Las de Bargues igualan con el Rayo, suman 17 puntos como Huelva y Betis y siguen en la órbita del descenso
El negociado entre el Valencia y el Rayo Vallecano, para las locales, estaba encorsetado por las angustias de la convivencia peligrosa en la zona de descenso. Procuró tener la misma intencionalidad, positiva, que en el estreno de Bargues ante el Tacón. Y tuvo más el balón el equipo valencianista que el madrileño, y más ocasiones, y apostó más, no por alardes pero al menos sí por empeño y necesidad. Y el tiempo incluso se amplió hasta seis minutos. Con todo, el encuentro entre el Valencia y el Rayo se quedó huérfano de goles. Las vallecanas siguen en zona templada, el conjunto blanquinegro avanza una posición, pero siguen en puntos de decenso.
Controladas las alternativas ofensivas del Rayo durante todo el primer tiempo, taponando las tentativas de salidas rápidas a la contra, o bloqueando bien a las opciones de ataque de la velocidad de Sheila o la corpulencia y potencia de Bulatovic, el Valencia manejó las notas de rendimiento en cuanto a manejo de balón. El equipo de Bargues, intenso, con ritmo, con buen punto de fortaleza en las disputas, entremezcló su argumentario entre las llegadas vía transición y también buscando algunas buenas diagonales directas. Fue mejor el Valencia en clave ofensiva, porque, en efecto, logró generar llegadas con peligro sobre la portería de Larqué.
El asunto, sin embargo, quedó pendiente de lo habitual este curso. Se suele utilizar el argumento de la falta de gol o la eficacia para contar lo que hacen las blanquinegras en ataque. Pero el asunto tiene mayor fondo. Casi es ya una cuestión de fe. Confianza en las habilidades y prestaciones para tentar contra la portería rival. Seguramente un asunto en clave psicológica del miedo al fallo. Pero mejor errar por probar cosas, que no acabar de decidir o elegir mal. No obstante, aglutinaron en su haber algunos intentos las de Bargues. Carol Férez, Mariz Paz, Bonsegundo o Asun probaron, pero sin significarse con chuts que realmente apurarán a Larqué. Eso vino en el 39. Un transición local llevó el balón hasta el costado izquierdo, por donde centró notable Bea Beltrán y remató de cabeza Bonsegundo y el balón fue al poste y a las manos de la guardameta del Rayo.
En el otro lado, Enith prácticamente no tuvo más trabajo que un balón centrado desde el costado izquierdo, bastante cerrado, en el que la valenciana salió firme y rotunda para blocar, y luego una tentativa envenenada de Bulatovic, que fue fuera. El Rayo, en zona templada, daba forma a un partido conservador, mientras el Valencia quiso, pero no acabó de saber. De fondo, en un buen trabajo coral, no de lustre, pero sí de oficio, faltó mayor acción general de Sandra, espesa, gris.
Escalada del nerviosismo
Reanudado el encuentro tras el descanso, presentó el Rayo Vallecano un perfil ofensivo directo de inicio. Arreones de las de Santiso, que no cambión el dibujo del 1-5-3-2, pero sin se definió con una intencionalidad más incisiva. Duró poco. Replicaron pronto las valencianistas con un ataque bien finalizado, aunque sin gol, y, al menos, cortaron el empeño madrileño. El Valencia quería recuperar el guión de partido desarrollado antes del receso. En ese marco de los primeros minutos del segundo tiempo, tuvo su opción el Rayo. Beristain frenó una contra en falta, muy pegada a la frontal, perfilada por la izquierda, y el tiro de Bulatovic, potente, se fue fuera por poco a la izquierda de Enith. De fondo, había movimiento, había cierta chispa, pero escaso criterio.
De nuevo entró el partido en un fase con mayor posesión del Valencia, pero las de Bargues no acababan de conjugar alguna acción potable y peligrosa en algunas de sus aproximaciones al área de Larqué. Y en ese escenario de partido, el conjunto de Santiso se mantenía en una posición cómoda, esperando el momento de afilar alguna contra. Con el paso del tiempo, consumiéndose la historia, de mucho peso para el Valencia, que convive con la angustia de la zona de descenso, la escalada de nerviosismo también formó parte del encuentro. A ocho minutos del final, tuvo el Valencia la oportunidad de marcar en una acción de rango, en la que recuperó por banda izquierda, progresó, Carol Férez filtró un balón magnífico a Beltrán, cuyo centro interior lo remató Mari Paz, pero Larqué se lució para evitar el gol. La meta rayista, más tarde, se sacó otra parada para blocar un remate de cabeza de Mari Paz. Hubo extra, hasta seis minutos de prolongación. Pero la cosa se quedó huérfana de goles.
Ficha técnica:
Valencia CF Femenino: Enith; Beristain (Flores, m.81), Calligaris, Pujadas, Beltrán; Gaitán, Sandra (Paula Guerrero, m.70), Carol Férez (Cara Curtin, m.88); Bonsegundo (Coleman, m.67), Asun; y Mari Paz.
Rayo Vallecano: Larqué; Oviedo, Auñón, Andújar, Carla Guerrero, Camila Sáez; Ruth Bravo, Pilar García, Paula (Ángeles, m.88); Sehila y Bulatovic (Eva Alonso, m.70).
Arbitra: Amy Peñalver Pearce (Comité murciano). Amonestó a Gaitán, Beristain por el Valencia.
Incidencias: Ciudad Deportiva del Valencia CF (Paterna, Valencia). Jornada 21 de la Primera Iberdrola RFEF de fútbol.
Foto: LALIGA