La campeona europea y plata olímpica en Tokio 2020 afirma que el mayor éxito de 2021 fue conquistar el cariño de los aficionados y asegura que disfrutar de cada combate es lo que la hace ser diferente al resto
TAEKWONDO | ENTREVISTA
Adriana Cerezo (Alcalá de Henares, 2003) nunca podrá olvidar 2021, el año en el que, además de alcanzar la mayoría de edad, pasó de ser una de las promesas del taekwondo español a convertirse en una de las mayores estrellas del deporte español. El oro logrado en el Europeo y la plata olímpica confirmaron el paso delante de la madrileña, llamada a marcar una época en el taekwondo mundial y en el deporte nacional. Adriana se despide de 2021 con nostalgia, aunque su ambición y optimismo le hacen esperar 2022 con su eterna sonrisa. Admite que le ha cambiado la vida, pero considera un honor ser un referente de las nuevas generaciones y el nuevo rostro con el que se asocia a su deporte. “El objetivo es seguir creciendo”, asegura. El futuro ya ha llegado. [Entrevista remitida por la REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE TAEKWONDO]
-¿Qué sensaciones le deja 2021?
-Me da un poco de pena que se acabe porque ha sido un buen año por algunas cosas, como los resultados, pero también por todas las lecciones aprendidas. He aprendido mucho, que es lo que va quedando. Van pasando los años, subiendo las categorías y hay que ir aprendiendo y renovándose. Ha sido un buen año, pero ya tengo ganas de afrontar el 2022 con todo lo que venga.
Oro en el Europeo, plata en los Juegos Olímpicos y numerosas victorias y pódiums en los torneos Open internacionales. ¿Qué es lo que subraya especialmente?
Con todo el cariño de la gente. Sobre todo desde la olimpiada y la medalla. Que todo el mundo tenga buenas palabras y te trate tan bien es una auténtica pasada. Vas a un campeonato y ves que a la gente le hace ilusión estar contigo, pedirte una foto… Es increíble.
-Tras el Europeo y los Juegos ¿tiene la sensación de que ahora tiene la obligación de ganar siempre?
-No, yo sigo siendo la que va corriendo detrás, la que tiene que alcanzar y la que va con hambre de ganar todo lo que venga. Ojalá llegue ese momento de ser la mejor y de tener que mantener, pero hasta que llegue ese momento hay que currar mucho.
-¿Cómo se gestiona ese cambio respecto a la visibilidad que ha ganado con 18 años?
-Bueno, tampoco es que yo sea Rafa Nadal. Imagino su vida y tiene que ser un horror. Yo no soy una estrella. Recuerdo cuando iba a los campeonatos de taekwondo a pedirle fotos a los deportistas que admiraba, como a Jesús Tortosa, Eva Calvo, Brigitte Yagüe… Verte ahora al otro lado es muy raro, pero también muy chulo. Tras los Juegos Olímpicos fue un poco más de locura. Ahora alguna persona te reconoce por la calle, pero poco más.
“Sigo siendo la que viene desde atrás con hambre por ganar todo lo que venga”
-¿Cómo lleva ser la nueva cara mediática del taekwondo español? ¿Pesa esa responsabilidad?
-No, qué va. Yo creo que es lo mejor. Todos queremos, en cierto punto, expectativas buenas. Todo el mundo apoya, tiene buenas palabras y confía. Y el final es lo que queda, el apoyo de la gente. Además, todo lo que sea ayudar y bueno para el taekwondo me gusta.
-¿Qué agota más, el combate o los centenares de autógrafos y firmas que le acompañan antes, después y durante los eventos?
-Los combates. Mucho más. Los abrazos, fotos y firmas son pura ilusión. Lo digo de verdad. Hay veces que me sabe mal tener que cortarlos y dejar a la gente ahí, pero es que me tengo que ir a calentar o al hotel.
-¿Qué les diría a esas niñas que se le acercan ahora con admiración y sueñan con ser Adriana?
-Pues lo primero que hago es estudiarlas para que no me ganen en el futuro. No, en serio. Ojalá les haga a ellas la misma ilusión que me hacía a mí cruzarme con las personas a las que admiraba. Ser un poquito de eso para otra persona es algo muy bonito de conseguir.
-Las Guerreras de balonmano, Alexia Putellas, Mireia Belmonte, Adriana Cerezo… ¿Qué ha cambiado en el deporte femenino para que cada vez se logren mejores resultados y las deportistas sean más valoradas?
-Yo creo que el deporte femenino siempre ha estado en un nivel alto, top, pero ahora se le está dando mayor reconocimiento y más visibilidad. Lo estamos viendo incluso conmigo. Yo no era consciente de los logros del deporte femenino hasta que se le ha dado un poco de voz. Es una auténtica pasada, pero queda aún mucho por ver y por crecer.
-¿Le ha cambiado la vida el año 2021?
-Un poco sí que ha cambiado. Ahora hay que acudir a más eventos y actos, como los del Consejo Superior de Deportes o del Comité Olímpico Español, pero es el momento de devolver todo ese apoyo que me han dado durante tanto tiempo. Tampoco ha cambiado mucho más la cosa. Sigo con mi rutina. Voy a la universidad y sigo entrenando y recibiendo en el gimnasio cada día.
-¿Qué le pide Adriana Cerezo a 2022?
-Mantener el nivel y pensar siempre en seguir creciendo. Seguir entrenando bien, estar contenta y disfrutar de lo que hago. Evidentemente mentiría si no esperara resultados, que es para lo que estamos aquí y competimos. Pero lo que me hace ser un poco diferente, y donde marco la diferencia, es en disfrutar de cada uno de mis combates.