La tenista hispano venezolana no dio opciones a la eslovaca con otro partido brillante (6-1, 6-1) y se cruza con Venus por el título
Con la raqueta bien empuñada, Garbiñe Muguruza alzó el brazo que tantos puntos le dio durante el partido y proyectó su herramienta de trabajo hacia el punto de la grada donde estaba Conchita Martínez, que en Wimbledon hace las veces de entrenadora, en ausencia de Sam Sumyk, de la hispano venezolana. Otra victoria rotunda, solvente, inteligente, ambiciosa, agresiva y, además, rápida siendo ya las semifinales del torneo británico. En 64 minutos, Muguruza fundió totalmente a la eslovaca Magdalena Rybarikova. En realidad, Garbiñe la fue diluyendo progresivamente desde el comienzo para dejar el asunto en un doble 6-1 mayúsculo, tiránico incluso.
Y la traducción de la victoria es la clasificación para la final. Ya fue finalista Muguruza en 2015 en Wimbledon. Repite. Y ahora en el duelo definitivo se cruza con Venus Williams, que invirtió cerca de una hora y cuarto para eliminar a la local Johanna Konta por 6-4 y 6-2.
Lo que sucedió en la semifinal entre Muguruza y Rybarikova fue tan sencillo como la continuidad de la versión que durante todo el torneo Muguruza ha ofrecido. Wimbledon 2017 ha significado competir muy, muy cerca de la perfección para la hispano venezolana. Ambiciosa. Agresiva. Con confianza, que no confiada. Dura en el saque. Voraz en la pista, explotando un gobierno casi tiránico desde el fondo. Y con esto, desde que aterrizó en Wimbledon, no ha hecho más que marchar sobre la hierba londinense incontestable, demostrando, ante todo, qué es lo que puede llegar a hacer —o seguir haciendo— cuando noqueó a la número 1 del mundo, la alemana Angelique Kerber.
Imparable llegó Muguruza a las semifinales y lo demostró meridianamente ante Rybarikova, casi amedrentada de medirse a una tenista total que rugió cada acción para subrayar siempre, en cada punto, en cada juego, en cada saque, en cada resto con un pie dentro de la pista, que se iba a la final y la eslovaca no se lo iba a impedir. En efecto, Garbiñe arrolló a Rybarikova que nunca tuvo opciones durante un partido que resolvió rápido y haciendo prácticamente todo bien la tenista hispano venezolana. Y cargada de confianza, saben muy bien qué y cómo hacer en Wimbledon, irá de frente, sin titubeo alguno a por Venus Williams (sábado 15 a las 15:00 horas).