Por COE: Roxana Popa, integrante de la selección española femenina de gimnasia artística y campeona de España varias veces, nació en Constanza (Rumanía) el 2 de junio de 1997. Con tan solo cuatro años comenzó a practicar gimnasia rítmica en su país natal y fue su madre quien vio el potencial que tenía aquella niña. Un potencial que sigue demostrando, a día de hoy, con 23 años.
Desde que llegó a España, persiguió un sueño: llegar a ser una gimnasta internacional. “Con seis años, cuando me mudé a España, tenía claro que yo quería seguir creciendo como deportista aquí”. Sin embargo, las lesiones no la han respetado en su carrera deportiva y debido a tres operaciones de rodilla, Roxana tuvo que aparcar la gimnasia durante tres años, e incluso estuvo a punto de retirarse, pero finalmente regresó con más fuerza. “He sufrido lesiones que consiguieron retirarme de la gimnasia por tres años, pero gracias a ellas aprendí a escuchar a mi cuerpo y a volver más fuerte que nunca”.
Ahora, clasificada para Tokio 2020 junto al resto del equipo femenino español, la deportista de origen rumano ve en la capital nipona la recompensa a tanto sufrimiento. “Participar en unos JJ OO supone ver que todo el sacrificio, todo el sufrimiento, todo lo que he pasado todos estos años ha merecido la pena y que elegí el camino correcto”.
Como deportista y mujer, Roxana Popa califica el crecimiento del deporte femenino español como algo “revolucionario” que se está consiguiendo “gracias a nuestra lucha y a todos nuestros éxitos”.
Foto: RFEGimnasia