Una conjugación perfecta entre los gestos finos y firmes del cuerpo, la armonía con las notas musicales, el deslizarse por el tapiz jugando con las luces y sombras pensadas para el número y el control de los aparatos hace de la gimnasia rítmica un deporte complejo, bello, delicado, pero pasional. Y el nivel de dificultad aumenta con la participación de conjunto. Cinco gimnastas que deben ser una, un todo. El conjunto español está en esa cuenta atrás hacia los Juegos de Río 2016. Lograron un cuarto puesto con sabor a bronce en Londres 2012. La temporada arranca ahora en Finlandia con una Copa del Mundo que debe permitir seguir afianzando el trabajo. La capitana Alejandra Quereda Flores (Alicante, 24/7/1992) repasa en RC Knowing Sports este inicio de un año que tiene su foco en la cita brasileña.
La finesa Espoo es el punto de partida para pulir al máximo el mágico desarrollo de cada ejercicio sobre el tapiz rumbo hacia la perfección que se persigue para Brasil. «Es el estreno de los ejercicios y lo que buscamos principalmente es sorprender al público y a los jueces y ver las sensaciones que causan a la gente. Queremos que gusten estos nuevos ejercicios —un secreto bien guardado hasta Espoo— y en adelante ir trabajando y perfeccionando los detalles porque está claro que hay mucho trabajo por hacer», explica Quereda, al tiempo que subraya precisamente las sensaciones de un conjunto —como ellas mismo dicen: «un equipaso»— que «está muy ilusionado, con muchas ganas y vamos a intentar desde el principio de temporada darlo todo de nosotras y demostrar que estamos muy unidas y que ya tenemos bastante experiencia».
Sobreviene una temporada clave. Un año lógicamente enmarcado y pensado para que el foco del esfuerzo llegue al punto álgido a Río. La gimnasta alicantina es el reflejo de la perfección y el trabajo que conjuga el grupo formado por Elena López, Lourdes Mohedano, Sandra Aguilar, Artemi Gavezou y ella misma: «Soy consciente de que tenemos que ir demostrando como equipo desde ya, desde las primeras competiciones, que tenemos que luchar por las medallas y que vamos a por todas. Debemos cometer los menos errores posibles desde el principio para que se vea que somos un equipo estable y que estamos ahí arriba».
Se aproxima Río, pero no queda tan lejos la gran actuación de España en Londres 2012. Allí estuvo Alejandra, quien bucea por el recuerdo y comenta, ahora con las perspectiva del tiempo, que «los Juegos de Londres fueron una de las mejores experiencias de mi carrera deportiva. Es una competición inolvidable. Sientes que todo tu país está ahí detrás animándote. El recuerdo es de terminar el último ejercicio en la final olímpica, el ejercicio mixto de cintas y aros, y estar llorando todas de satisfacción. La sensación de no sólo estar en unos Juegos, sino de además haberlo hecho fenomenal es algo que no lo cambio por nada».
En deporte, sin embargo, la memoria es corta porque siempre viene el siguiente entrenamiento, la siguiente competición, la próxima gran cita, a la que se mira siempre de frente: «Río lo afrontamos de otra manera. Somos más mayores, tenemos más experiencia y hemos ganado bastantes medallas en este ciclo olímpico, cosa que antes, para cuando llegamos a Londres, no habíamos conseguido como es el caso del campeonato del mundo o de Europa. Ahora somos más conscientes de que estamos ahí arriba y de que podemos hacer un gran papel peleando por las medallas. Lucharemos por ello, empezando por dejarnos la piel en cada entrenamiento». ¿Y cómo será el vestuario? ¿Y cuál será el tema? La capitana, lógicamente, lo guarda en secreto.
Logrado el billete para la cita olímpica, el pensamiento también se centra en el día a día. En cada entrenamiento. Horas de trabajo y de incontables repeticiones para que los ejercicios diseñados brillen: «Aunque sea año olímpico, lo afrontamos a nivel de entrenamientos de la misma forma, las mismas horas. Eso sí, somos conscientes de que para nuestro deporte somos veteranas y nos tenemos que cuidar más si cabe, mimar mucho nuestro cuerpo para evitar que las lesiones puedan repercutirnos». Quereda, por el momento, confiesa que todavía no ha tenido sueños con escenas que acabarán siendo eternas en Río. «Espero que si lo hago sean todo cosas buenas», dice sonriente.
El camino hacia la cita brasileña empieza en Finlandia. Comenta que llega relativamente pronto y que «tenemos tiempo suficiente como para perfeccionar los ejercicios de aquí a los Juegos». El calendario de las chicas que entrenan Anna Baranova y Sara Bayón cuenta con buen número de competiciones para afinar, repetir, repetir y repetir en busca de esa perfección de la rítmica. En marzo, también llega la Copa del Mundo de Lisboa. Y destaca el campeonato de Europa en Israel en junio, además de otras escapadas internacionales (Grand Prix y copa del mundo) antes de Brasil.
Pero para el conjunto español este año también es especial por una competición que se celebrará en casa. «Tenemos la Copa del Mundo de Guadalajara, que se celebrará del 3 al 5 de junio. Por fin una copa del mundo, una competición de este nivel que tantos años llevamos esperando que se celebre en España», significa Alejandra, por cierto, estudiante de Medicina.
La gimnasta olímpica defiende el progreso y los éxitos que no para de acumular el deporte femenino español. En Londres 2012, el medallero nacional alcanzó las diecisiete preseas y once las lograron mujeres. ¿Qué augura la capitana del conjunto de gimnasia rítmica, que logró un cuarto puesto en Londres, para las deportistas españolas en Río? «Una vez más seguiremos cosechando éxitos. Y como se viene demostrando todo el ciclo hay muchísimas mujeres con opciones de medallas y de poder hacerlo muy bien y espero que se cumplan todos los sueños de medalla, incluidas nosotras obviamente». Entre las opciones está la gimnasta Carolina Rodríguez, respecto a la que asegura que «hará un gran papel y luchará por meterse en la final olímpica y disfrutará de estar en unos Juegos con 30 años, que es algo muy complicado en la rítmica».
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