La cita olímpica parisina concluye con el tema ‘Records’ y la bandera olímpica pasa en clave cineasta a la ciudad estadounidense
CEREMONIA DE CLAUSURA | JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024
Por RAÚL COSÍN (ENVIADO ESPECIAL EN PARÍS).- ‘Récords’ fue el nombre que el director artístico de la Ceremonia de Clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024 dio a un acto que, al tiempo de celebrar el desarrollo de la cita parisina y su conclusión, debía ser espacio transicional para los de Los Ángeles 2028. El mismo Thomas Jolly, que contrató a Celine Dion para cantar el clásico de Edith Piaf, L’Hymne à l’Amour, a media altura de la Torre Eiffel en la Ceremonia de Apertura, dirigió una Clausura que, entre acróbatas, bailarines, profesionales del circo, cantantes, y un tema que hilvanó un viaje desde los orígenes y el pasado de los Juegos hasta una proyección hacia el futuro e incluso un espacio atemporal, fue la despedida de unos y la bienvenida olímpica de los otros.
Las nueve en punto de la noche en París. Tras un día caluroso, incluso angustioso por la humedad, corría algo de brisa. Casi una tregua o una alianza para el inicio de la Ceremonia de Clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024. Un vídeo resumen de la Apertura y una bienvenida musical con la Ciudad de la Luz como tema, ‘Merci Paris’, interpretado desde fuera del Stade de France en torno al Pebetero en el Jardín de las Tullerías, eran punto de inicio desde las pantallas del estadio. Entrelazado apareció el nadador francés Léon Marchand, que durante estos Juegos ganó cuatro oros individuales y un bronce en relevos.
En el recinto deportivo, el evento de conclusión de la cita olímpica parisina dio comienzo, tras el saludo de Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Thomas Bach, máximo mandatario del COI, con una interpretación orquestal de ‘La Marsellesa’ mientras se izaban las banderas de Francia y del Movimiento Olímpico.
Seguidamente, los abanderados de cada país -en el caso de España María Pérez y Jordan Díaz- aparecieron ondeando las banderas respectivas. En el centro del estadio se adivinaba una estructura que representaba el mapa del mundo. Situados los abanderados, entraron deportistas participantes de todos los países y los voluntarios. Ese proceso de entrada en el espacio de la pista de atletismo de los equipos de los diferentes comités olímpicos fue, no por los deportistas, sino por el guionizado y estructurado del asunto en sí, un tostón.
Al menos, los deportistas, con carga de competición y días duros, mantuvieron al público activado y no dejó de ser un festejo de los valores del deporte. Símbolo histórico de los Juegos son las pruebas de Maratón y en ese momento se produjo la ceremonia de entrega de medallas de las ganadoras de la prueba femenina, hecho que ya se había planteado de igual forma en Tokio 2020 y París 2024 recibía. Honores pues para la corredora neerlandesa Sifan Hassan batió el récord olímpico con un tiempo de 2:22:55 para proclamarse campeona olímpica en París (y había corrido también el 5.000 y el 10.000). Cerca quedó la etíope Tigst Assefa, que paró el crono en 2:22:58. El bronce fue para la keniata Hellen Obiri, que registró un tiempo de 2:23:10.
Orígenes y esencia de los Juegos
De pronto, se apagaron las luces del Stade de France, hubo un juego de luces con los tiros de focos y comenzó a ganar protagonismo la estructura central que representaba los continentes. Una figura, como si de otro planeta llegase desde el cielo por el centro del espacio abierto en el aire del estadio, fue ‘directora’ de las siguientes fases, con el repaso de los orígenes del Olimpismo en Grecia hasta la etapa moderna de los Juegos, precisamente habiéndose celebrado por primera vez en Atenas en 1896 y luego en París en 1900 (posteriormente en 1924 se volvieron a desarrollar en la Ciudad de la Luz y por tercera vez este 2024). Un grupo de entes acrobáticos apareció en la escena repartiéndose por el espacio del mundo representado en esa estructura central, construyendo unos aros en cada región para luego unirlas en el centro, representado, obviamente, los aros olímpicos en lo operístico y los fondos musicales que generaban una sensación de estruendo.
Los deportistas de todos los comités olímpicos fueron hacia la estructura de ese mapamundi y ocuparon posiciones por continentes y los océanos. Y en medio de aquello actuaron la banda francesa Phoenix con el tema Lisztomania, de Christian Mazzalai, entre otras canciones que interpretaron otros temas propios.
De París a Los Ángeles
Llegó el momento de las intervenciones y abrió los parlamentos el piragüista francés Tony Estanguet, que participó en cuatro Juegos Olímpicos, obteniendo tres medallas de oro, siendo actualmente presidente de París 2024: “La parte más difícil de cualquier historia de amor es decir adiós. Y esta noche, todos estamos enamorados de los Juegos. Los sentimientos de esperanza, inspiración y amor permanecerán. Cuando llegue el momento, nos reuniremos en LA28”.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, por su parte, dijo que “los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron una celebración de los atletas y el deporte en su máxima expresión”.
La cosa fue que durante los parlamentos, derrotados de cansancio los deportistas, estaban sentados en el suelo, agotados, abanicándose para driblar los escasos momentos de brisa. Por momentos con la energía en mínimos.
Como es tradición, realizados los parlamentos, e interpretado el himno olímpico, se procedió al intercambio de la bandera: de París con Anna Hidalgo a Los Ángeles a manos de Karen Bass, cerrando con el himno de los Estados Unidos, cantado por Kate Coutney. Y apareció en escena, en lo alto del aro de la cubierta Tom Cruise, que como si de Misión Imposible se tratara se lanzó a la pista, se subió a una moto con la bandera olímpica sujeta y arrancó, mientras sonaba Red Hot Chili Peppers, como símbolo de ese camino que se inicia hacia Los Ángeles.
Su llegada fue, cómo no, a Hollywood y sus playas, apareciendo en la pantalla una actuación de la banda Red Hot Chili Peppers con Californication, entre otras actuaciones como la de Billie Eilish y Snoop Dogg and Dr. Dre, cerca de una de esas casetas de vigilantes de playa. Made in USA. El cierre llegó con llama olímpica, que Marchand llevaba al Stade de France en una urna desde el Pebetero en el Jardín de las Tullerías. Se apagó en París, se encendió en Los Ángeles. ‘My way’ fue el tema de adiós, con un fuegos artificiales desde la cubierta del estadio lanzados por estructuras que simulaban la Torre Eiffel, y de bienvenida. ‘Au revoir Paris’, ‘Welcome Los Angeles’.