La nadadora española logra la plata en el Mundial de Budapest tras romper a Quadarella en la carrera de la voraz Ledecky
Sonrío Mireia Belmonte, casi incrédula con la marca, cuando levantó la mirada tras completar los 1.500 metros de la final de estilo libre. Mirada arriba, con una satisfacción completa, viendo el puesto y el crono que venía ligado a su nombre en la pantalla. Segunda. Plata. Subcampeona del Mundo. Y además pulverizando en casi siete segundos el récord de España que ella misma poseía. Mireia, nadadora inteligente, voraz, ambiciosa, se adjudicó su primera medalla, en plata, en este Mundial FINA de natación tras cubrir la distancia en 15:50.89.
Belmonte, badalonesa ilustre y eterna, se fue a su carrera. Sabedoras todas las finalistas del gobierno incontestable de la estadounidense Katie Ledecky, oro —y van 12 en mundiales— con un tiempo abrumador de 16:31.82, el enfoque tenía que ser el de buscar las medallas de plata y bronce.
Ledecky se lanzó al agua abriendo brecha prácticamente desde el primer momento en el que entró en el agua. La norteamericana tiró su carrera. En los primeros 50 metros ya sacaba un largo a todas sus rivales. Era más un buscar el récord del mundo, sabiéndose de oro, que otra cosa. Así que Mireia, la italiana Simona Quadarella, la húngara Blogarka Kapas o la china Yawen Hou se midieron en esa intensa, de fondo y voraz carrera del 1.500 libre. Pronto se quedó fuera del negociado la húngara Kesely.
Valiente final de carrera
Y hasta haberse cubierto los primeros 800 metros, el ecuador de la final, la puja estuvo entre esas nadadoras. Mireia marcaba 8:30 en ese punto. La española se tomó como referencia a Quadarella y progresivamente éstas se fueron definiendo como candidatas claras a quedarse con el podio. La cosa era saber para quién sería la plata y para quién el bronce. Llegó Mireia, como es habitual, con buenas sensaciones y fuerza al tramo final. Entretanto, Ledecky seguía con su historia. Y la de Badalona fue rompiendo la carrera a su favor frente a Quadarella.
Y así fue la puja de Belmonte, ausente por lesión en el Mundial de Kazan 2015, que dejó fuera de la lucha por la plata en en este campeonato de Budapest a Quadarella, llegando segunda, viéndose subcampeona, con un ‘marcón’, batiéndose su propio récord de España en casi siete segundos, incluso soplando lejos la primera jornada de este Mundial, que fue más gris, pero la clave está en la plata del 1.500 (Pinche aquí para ver la ficha de logros de Belmonte).
La italiana finalmente llegó tercera, bronce, con un crono de 15:53.86, mientras que la local Kapas finalizó cuarta con un registro de 16:06.27.
Jessica Vall, séptima del mundo
Jessica Vall, por su parte, compitió poco después en la final de los 100 braza. La nadadora barcelonesa completó la distancia en 1:06.95 y finalizó como séptima del mundo en los 100 braza, llegando muy cerca de la china Jinglin Shi (1:06.43), quinta, y de la canadiense Kierra Smith (1:06.90), sexta. El podio quedó formado por la estadounidense Lilly King (1:04.13), oro; su compatriota Katie Meili (1:05.03), plata; y por la rusa Yuliya Efimova (1:05.05), bronce. Vall tiene opciones de medalla en los 200 braza.
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