La nadadora de Terrasa está lista para acumular más medallas en su historial de los Juegos Paralímpicos
Sea en la piscina o fuera de ella siempre dibuja una sonrisa. Disfruta de la natación, su pasión, en la que es una referencia internacional, y eso lo traslada a su día a día. Y lo proyecta cuando se conversa con ella. Atenta, cercana, risueña. Sarai Gascón Moreno (Terrassa, 16/11/1992) lleva ahora su dominio en el agua a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro. Y siendo joven todavía, cuenta 23 años, será su tercera cita paralímpica desde que debutara con sólo 15 años en Pekín 2008, donde ya logró una plata en los 100 braza, y participase luego en Londres 2012, firmando una presea plateada en 100 mariposa y una de bronce en 100 libre.
Y los metros de piscina recorridos y los logros obtenidos en este último ciclo hacia Río hacen prever que el zurrón de medallas de Sarai se incrementará en los Juegos de 2016. La nadadora, que compite en las pruebas para deportistas con discapacidad física en categorías S9, SB9 y SM9, recogió en el último Europeo, antesala de los Juegos, cinco medallas de oro. Más aún, acude a Brasil como campeona del mundo en 50 metros libre y subcampeona en 100 mariposa. Gascón repasa en una entrevista para WSL su trayectoria en la natación y las expectativas para Río.
Sólo la clasificación paralímpica siempre es un gran logro para un deportista. Por lo general, el foco se pone cuando llega el momentos de las pruebas en los Juegos, pero existe un trabajo de fondo tremendo. «Muchas veces se habla simplemente del último año o del último ciclo de cuatros años. En mi caso, con 23 años, van a ser mis terceros Juegos. Llevo desde los nueve años entrenando cada día. Desde los 12 años, entrenando cada día mañana y tarde. Ahora entreno unas seis horas diarias y lo compagino con los estudios —Sarai realiza un Ciclo Superior de Deportes—», cuenta la nadadora catalana.
Buceando por su vida de competición recuerda que «desde bien pequeña, desde los doce, habré tenido un verano libre para mí. Siempre he tenido o Europeo o Mundial cada año, he estado cada año entrenando mucho, levantándome a las 5:30 de la mañana para empezar a las seis y luego por la tarde seguir entrenando. Hoy mi rutina son seis horas diarias, divididas en una sesión de mañana de natación y luego otra de sesión de cardio en el gimnasio, y, por la tarde, sesión de pesas y natación otra vez».
Esta forma de vida, en todo caso, Sarai no la interpreta como algo costoso respecto a su vida social. Todo lo contrario. Es lo que ha elegido, es lo que le apasiona y subraya que «tengo mi recompensa con la vida deportiva que llevo. He tenido la suerte de haber ido ya a dos Juegos y haber ganado tres medallas y ahora compito en Río. He tenido mi recompensa de haber ganado cosas después de tanto sacrificio».
En los Juegos de Pekín 2008 logró una plata y en los de Londres 2012 una plata y un bronce
Como todo deportista, Sarai tiene su génesis en la natación. Desde tierna edad le gustaba nadar e iba aun club, donde sus padres también hacían desarrollaban un cursillo. Ella les acompañaba y nadaba por gusto sin más pretensiones: «Un día un monitor me dijo que nadaba muy bien y que si quería probar con el grupo de natación. Aluciné, porque en mi vida pensé que podría ir ni si quiera a una competición regional ni nada. Ni lo había pensado, ni sabía si tenía el nivel suficiente. Así empecé y ese mismo año participé en mi primer campeonato de España».
«Al cabo de dos años, ya fui a mi primer internacional con la selección española. Con tan sólo 13 años fui a mi primer Mundial y gané medalla de oro. A partir de ahí, supongo que ya pensé que en dos años eran los Juegos y que quería ir a por todas. Era tan sólo una niña, pero tenía muy claro que era lo que me gustaba y que realmente me llenaba y que podía servir para esto», significaba la nadadora de Terrassa.
No sólo logró ir a Pekín. Siguió creciendo y también se clasificó para Londres. Y el botín de esos Juegos es ser triplemedallista paralímpica. Recogió experiencias y aprendizaje de ambas ediciones: «De todo aprendes un poco. En los primeros, sólo tenía 15 añitos, fui muy joven, pero gané mi primera medalla de plata. Creo que en cada competición aprendes de todo. Ya no sólo con la competición, sino con todo lo que vives en unos Juegos: la Villa donde estás, la inauguración, el compartir vivencias con otros deportes… Ahora voy a mis terceros Juegos y ya sé cómo se enfocan estas cosas, cómo va la competición, tengo más experiencia y recursos».
Sarai asegura en cuanto a las expectativas respecto a los Juegos de Río que «en los Juegos de Londres ya iba a por el oro, porque tenía el récord del mundo en 50 libres. Iba primera, pero en natación también son décimas de segundo, es muy difícil y me quedé a las puertas. Ahora voy otra vez a por todas, con más experiencia y voy a por el oro. Vengo del Europeo de cinco medallas de oro, de conseguir tres récords de Europa, y eso me da más ánimo para pensar que estoy fuerte».
A Río, como en todos los Juegos, va con la intención de disfrutar tras el trabajo que lleva a la clasificación paralímpica y a competir por las medallas con serias opciones: «Siempre quieres disfrutar porque es una competición única, que sólo se vive cada cuatro años, y no tiene que ver con otras experiencias que vives. Vas a disfrutar, pero durante todo este tiempo te has entrenado mucho, te has preparado muchas cosas y tienes un objetivo y vas a por ello. Vas a por todas. Hay que concentrarse mucho en esos objetivos que tienes».
«El 80% de los que vamos a participar tenemos claras opciones de ganar medalla y eso ya es todo un logro»
La nadadora defiende respecto a las posibilidades generales de España en todos los deportes que va representada a Río de Janeiro que «el Equipo Paralímpico Español siempre ha tenido aspiraciones muy altas. El 80% de los que vamos a participar tenemos claras opciones de ganar medalla y eso ya es todo un logro. Hablando de la natación, creo que estamos a un nivel altísimo, ya que sacamos casi la mitad del medallero global de todos los deportes».
Cuenta Gascón respecto a su futuro que «soy muy joven, pero también empecé muy joven también y llevo muchos años. Ahora tengo la mirada puesta en Río. No tengo en mente dejar de nadar porque me gusta mucho. El año siguiente quiero seguir entrenando, por supuesto, pero también centrarme un poco en los estudios, acabar el módulo y luego seguir viendo cómo me va. Hay gente muy, muy joven que me está apretando. Es difícil llegar, pero como dicen siempre es más difícil mantenerse, porque 23 años parece que sea joven, pero tengo gente con 14-15 años que me está apretando. Entonces, de aquí dos o tres añitos será difícil, porque irán mejorando y en mi caso será más complicado que mejore mucho más».
Sarai, por lo pronto, promete mantener esa sonrisa inquebrantable en la piscina de Río de Janeiro.
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