PILOTA VALENCIANA | ENTREVISTA
Mar Giménez Gascó (Bicorb, julio de 2000) encuentra un espacio temporal entre entrenamientos, partidas y la inmersión en los estudios del MIR para conversar serena y reflexiva respecto al último año deportivo y los retos que se empieza a marcar la jugadora de pilota para la próxima campaña. Reposada y cercana es como se proyecta en ese momento conversacional, pero de todos es sabido que cuando aterriza en cada sesión de preparación o cada trofeo es competitiva al máximo, rápida, explosiva. Sigue progresando después de haber podido regresar tras una lesión de menisco de la rodilla derecha, sufrido el 15 de diciembre de 2023. Mar de Bicorb, tras el ‘parón’ de agosto, volvió a las partidas oficiales. Por lo pronto, si bien la prioridad es recuperar su mejor versión, toda vez esté absolutamente recuperada físicamente, apunta ya a estar en el cierre de 2024 en el IV Trofeo Vito Mestresses y luego enfocarse hacia todo en 2025.
Mar concluyó junto a Clara y Anabel como subcampeonas de la ‘Copa Caixa Popular de raspall femení’ en la final ante Ana, Isabel y Joana en el Trinquet Municipal Eusebio de Sueca a finales de noviembre. El arranque de diciembre el marcó de competición estuvo en las semifinales del XII Trofeo Vila de Benissa, donde formó trío con Aina e Isabel, cediendo ante Ana y Myriam (25-10). El asunto ahora para Mar es seguir en ese proceso de reencontrarse de forma óptima tras la lesión en un cierre de año que espera concretar en el Trofeo Vito Mestresses.
La jugadora de pilota valenciana recuerda el momento en el que sobrevino un año complicado: «En diciembre de 2023, justo el día 15, me caí en el trinquet, me doblé la rodilla y me rompí el menisco. Fue un proceso largo, en un principio con un tratamiento conservador, que iba bien hasta que, cuando estaba a punto de volver, me creció la rotura del menisco con un movimiento de la rodilla súper leve. Al crecerme la rotura, decidieron operarme y no lo hicieron hasta el 10 de abril de este año. Luego inicié todo el proceso de rehabilitación y recuperación de la operación. Y me reincorporé a jugar la última semana de agosto. Esa semana empecé con una partida en la calle».
Retomó esa vuelta con partidas de exhibición en Oliva en el cierre de agosto. «Me reincorporé en septiembre con el primer campeonato oficial para mí tras la lesión, que era el de la Mancomunitat de La Costera-La Safor. En la primera partida, en la calle, al ir la pelota más lenta me costó menos, pero en la segunda que jugué, que era en trinquet ya, con la pelota más rápida, me costó más adaptarme. Tenía miedo. Hacía la siesta, descansando un poco antes de ir al trinquet, y tenía una taquicardia increíble porque me daba mucho miedo recaer. Seguí con ese miedo durante todas las partidas siguientes, pero fue a menos cada vez porque veía que todo iba bien y podía jugar igual. No me notaba al 100%, primero porque corriendo no podía igual, después había movimientos que sí que inconscientemente pensaba que no podía hacer y no llegaba bien a pelotas, que normalmente sí. Soy una jugadora súper explosiva y juego adelante, y creo que mi mayor característica es que llego muy rápido a las pelotas, me muevo muy rápido, entonces se me quitaba ese plus que tengo en esos momentos en el regreso», relata.
Después jugó el Trofeo de Ribarroja. El resultado no fue el deseado ni mucho menos, pero hacía un análisis positivo, dado que lo más importante se estaba produciendo, dado que «no me estaba haciendo daño la rodilla».
Posteriormente llegó el momento de la ‘Copa Caixa Popular de raspall femení’. La ‘mitgera’ de Bicorb, de 24 años, formó trío con Clara y Anabel. Debía haber un proceso de adaptación del equipo mientras la propia Mar seguía en su fase propia de recuperación físico-deportiva tras su regreso de la lesión de menisco: «No me encontraba bien ni físicamente ni a nivel de movimientos y velocidad». Obviamente, esa explosividad y velocidad suya características debía de ir recuperándolas y afinándolas -«me tenía que reencontrar deportivamente»-. Hicieron una buena fase de grupos y concluyeron segundas clasificadas.
Mar subraya que ha sido también «un proceso de luchar contra mi cabeza, de intentar agradecer que estoy jugando y no tengo la lesión que tenía hasta hace nada, pero aún así soy una persona súper exigente y sabía que podía aspirar a más de lo que estaba jugando. Muchas veces acababa las partidas y aunque se había ganado, yo sentía que no había jugado lo que debía o lo que podía, entonces me sentía muy mal».
«Partida a partida sí que iba subiendo un punto el nivel y creciendo en ese trabajo de encontrarme a mi mejor nivel. Llegamos a semifinales y jugamos súper bien. Ahí me sentí que me iba acercando a la Mar de antes de la lesión. Y ya fui con esa buena sensación a la final. Aunque antes de las semifinales, la última partida de grupos tuve que dejarla, y tuvo que jugar una suplente por mí por una cuestión de precaución. No había mucho margen entre el cierre de la fase de grupos y la partida de semifinales y era consciente de que mi rodilla no iba a soportar eso con tan poco tiempo de recuperación. Decidí no jugar esa partida, quedamos segundas, y si hubiésemos ganado podríamos haber quedado primeras de grupo. Creo que fue la mejor decisión, porque después las partidas semifinales nos salieron genial y llegamos a la final».
Y llegó la final de la Copa Caixa Popular resuelta con una memorable partida en el Trinquet Municipal Eusebio de Sueca. El equipo del Ayuntamiento de Rafelbunyol compuesto por Ana, Isabel y Joana terminó levantando el trofeo tras remontar un 0-15 a Clara, Mar y Anabel (Bonrepòs i Mirambell). Con el 20 iguales, el equipo azul salvó hasta cuatro pelotas de Val, pero no pudo evitar el último quince de Joana.
«Afronté la final con más nervios de los que tenía en las finales antes de la lesión. Creo que fue una mezcla de que hacía mucho tiempo que no estaba en un contexto así con el hecho, autoimpuesto y de autoexigencia, de querer demostrar que era la de antes y que podía estar al mismo nivel. Digamos que me autoimpuse una presión. Sin embargo, cuando empezó el calentamiento y luego la partida esa situación bajó y fuimos muy bien hasta ponernos 3-0 y tuvimos Val limpio para el 4-0, pero nos remontaron y se pusieron 3-3, y todo acabó 5-4 para ellas. Fue duro psicológicamente aceptarlo al principio, porque lo tuvimos muy cerca», recuerda Mar.
La de Bicorb se rehizo. Y reflexionó para poner en valor un balance positivo: «En suma, acabé contenta porque sentía que había recuperado parte de mi juego. Al día siguiente, me preguntó cómo estaba mi entrenador y le dije que estaba contenta porque era consciente de que había fallado en algunos momentos y lo identificaba, pero también era consciente de que no soy un robot y que tengo ese derecho a fallar y también estaba contenta por el ser capaz de hacer esa reflexión que, quizás, antes de la Copa no hubiera hecho».
Tras disputar las semifinales del Trofeu de Benissa, Mar pone el foco en IV Trofeo Vito Mestresses: «Estaría muy bien ganarlo, pero la aspiración es ponerme en forma para la liga ya en 2025. Y luego sobre mayo vendrá el individual, que es un campeonato que me cuesta bastante y es un cambio en la forma de juego. Siempre me ha costado, pero tengo muchas ganas. Me planteo mejorar el saque y hacer el mejor papel posible en el individual».