España cierra el Mundial júnior y sub’23 con un total de siete medallas tras lograr dos en la clausura
La selección española de piragüismo completó este domingo su participación en el campeonato del Mundo júnior y sub’23 de Esprint acaparando en total siete medallas, al sumar dos en la clausura -plata en K2 500 sub’23 con Aida Bauzá y Laia Pelachs, y bronce en K1 500 júnior con Carla Frieiro-, que se unen a las cuatro conseguidas en jornadas anteriores: una plata en sub’23 con Pablo Graña en C1 200, y en júnior oro Cayetano García en C1 200 y bronce de Gabriel Martínez en K1 200, Pablo Sánchez en K1 1000 y Miguel Serrano junto a Adrián del Río en K2 1000.
En el Mundial, que se disputó en la ciudad rumana de Pitesti con la participación de 62 países, la delegación española finalizó en el noveno lugar del medallero, liderado por la potencia húngara ganadora de 21 puestos de podio. En la sesión de clausura, con siete embarcaciones en final A, España amarró dos preseas, una plata en categoría sub-23 K2 500 con la balear Aida Bauzá y la catalana Laia Pelachs y un bronce en júnior a cargo de la gallega Carla Frieiro en K1 500.
En K2 500, la balear Aida Bauzá (Portopetro) y la catalana Laia Pelachs (Banyoles) se proclamaron subcampeonas del mundo sub’23 después de haber logrado el pase directo desde la eliminatoria. En la final se mostraron ambiciosas desde las primeras paladas logrado aguantar el podio pese a la presión de las rivales en el último tramo.
«Estoy muy contenta, tanto por el segundo puesto en K2 como por el cuarto en K4. La medalla de plata la conseguimos en una regata muy dura, con mucho viento en contra. Tuvimos que aguantar la presión porque nos iban apretando los otros barcos, íbamos por delante y teníamos que aguantar, nos ha salido bien», aseguró Bauzá.
Por su parte, Pelachs explicó que fue una regata «muy dura, que tuvimos que gestionar bien. Sabíamos que el podio se jugaría en los últimos 200 metros y el objetivo era llegar lo más enteras posible. Una vez que pasamos la línea de 200 fuimos a por todas hasta el final. Llegamos sabiendo que éramos podio pero desconocíamos en que puesto».
En final B K1 500, la gallega Carolina García (Ciudad de Pontevedra) concluyó segunda tras liderar durante la mayor parte del recorrido la regata, a la que accedió tras ser cuarta en su semifinal. En semifinal terminó su andadura el C2 500 de las gallegas María Pérez (O Muiño) y Raquel da Costa (As Torres), que llegaron sextas a meta.

Bronce para Frieiro
La gallega Carla Frieiro logró la primera medalla de la jornada, sexta para la delegación española, al conseguir el bronce en K1 500 júnior. La kayakista del equipo As Torres de Catoira, se mostró muy combativa desde la salida. En los últimos 100 metros estaba casi fuera del podio pero su garra y clase la metieron en él y a punto estuvieron de permitirle proclamarse subcampeona mundial: «Esta medalla me sabe a sacrificio, a muchas horas en el agua. Para mí es como un oro aunque sea bronce. Fue una regata muy emocionante, en la que salí fuerte, me mantuve en el grupo de cabeza y en los últimos 200 metros pensé en las ganas que pongo cada día».
En final B el K2 500 de la vasca Nerea García (Santiagotarrak) y la madrileña Lucía Zamora (Aranjuez), que fue quinto en semifinal, con su sexto puesto pusieron el cierre al Mundial en la penúltima de las regatas, antes de que la número 250 certificase la clausura. Además, en C2 500 las gallegas Ángela Jorge y Antía Otero, ambas del Ciudad de Pontevedra, vieron cortado su camino al quedar cuartas en su semifinal, que no contemplaba pase a final B.

Fotos: RFEPiragüismo