Maialen Chourraut, nueva campeona olímpica de K1 de piragüismo slalon, afirmó que hicieron «una apuesta» cuando decidió ser madre y seguir como deportista de elite para buscar el oro en Río y la ganaron: «Hicimos una apuesta (en referencia a ella y su marido y entrenador, Xabi Etxaniz) y hemos ganado la apuesta. Eso es mucho. Tener una hija, llevarla a todas partes, ser madre deportista, compaginarlo, y ha salido», declaró en la zona mixta del Whitewater Stadium del Parque Radical de Deodoro.
Chourraut, quien indicó que ha tenido que «ser flexible pero rigurosa», comentó que «las madres hoy en día tienen muchas dificultades para conciliar el trabajo con la maternidad. Es una asignatura pendiente de la sociedad y me gustaría que tuvieran más facilidades, porque los primeros años de la infancia son superimportantes».
Bromeó al decir que la medalla de oro «pesa lo suyo» y preguntada por si va a volver a ser madre, comentó: «Todo se verá. Tengo esto, tengo mi hija y estoy muy feliz. La estoy viendo crecer cada día, ver su sonrisa, ver sus rabietas también. Es lo más».
Recordó que en Londres 2012, cuando fue bronce, le faltó «nada» para el oro y «quería volver a llegar a estar tan cerca».
La palista del At. San Sebastián añadió que no sabe si «la bajada fue perfecta, en slalom no existe, siempre hay errores, y aquí también los hubo, pero ha valido el oro. Ha sido una bajada rápida, no he sido consciente de lo que he hecho porque cuando bajaba tampoco sentía mucho y lo tendré que ver por la tele o el ordenador», comentó.
«No sentía mucho el agua. No estaba muy cómoda. Iba de robot. Normalmente siento el agua y miro, pero hoy no», apuntó.
Dedicó la medalla a su familia, a su pueblo Lasarte, su provincia, así como la gente de La Seu d’Urgell, donde reside para aprovechar el canal de aguas bravas que se construyó para Barcelona’92.
«No he sido consciente de los que he hecho, porque cuando bajaba tampoco sentía mucho»
No quiere plantearse de momento nada de futuro porque primero prefiere disfrutar de este día y en cuanto a la competición en Río explicó, con una sonrisa eterna, que no querían «ganar la clasificatoria, porque en Londres se ganó y luego no ocurrió así en la final, pero tampoco los apuros que pasé aquí. Era solo la clasificación, había que pasar el corte, ir paso a paso. Luego superar las semis y pasadas estas había que ir a por el sueño».
Tuvo palabras de apoyo para su compañero Ander Elosegi, que acabó octavo en C1 y no pudo dar el salto al podio tras los cuartos puestos de Pekín 2008 y Londres 2012: «Esto es slalom. Me dio mucha pena, porque Ander navega muy rápido, es muy bueno y podía haber estado más arriba, en el mismo sitio que yo«, declaró Chourraut, quien como madre deportista ahora mismo solamente pensaba en si su hija Ane estaba tranquila, echando una siesta, para luego poder estar y disfrutar ambas.
Respecto a Xabi Etxaniz, su técnico y pareja, indicó que «está muy contento. Hemos pasado unos días de mucha tensión, porque no soporto ni que me hablen». «Teníamos ganas de que terminase y podamos hablar tranquilamente y sin tensiones. Nos vamos a sentar y a estar tranquilos, porque hemos hecho una apuesta muy fuerte para estar aquí», insitió Chourraut, quien recordó que entre otras cosas tuvieron que invertir en todo este proceso mucho dinero para poder tener al lado a la pequeña en todo momento y en todos los viajes para los entrenamientos y competiciones.