La palista acredita un tiempo de 41.053 y se lleva el diploma olímpico en la final que ganó Lisa Carrington
La palista española Teresa Portela cosechó un sexto puesto en la final de K1 200 metros de piragüismo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Portela registró un tiempo de 41.053 en el paso por meta de una prueba que se adjudicó la neozelandesa Lisa Carrington con un tiempo de 39.864.
La deportista gallega alcanzó en Río de Janeiro sus quintos Juegos Olímpicos, habiendo participado en todos desde Sidney 2000, y consiguió un diploma. En los últimos, los de Londres, acarició la medalla, pero un error en la salida le acabó privando del metal. El bronce se quedó para ella a sólo 198 milésimas de segundo.
La prueba final en Río arrancó con cuatro kayaquistas tirando muy fuerte. La propia Carrington, la polaca Walczykiewicz, la azerbayana Osipenko-Rodomska y la eslovaca Ponomarenko Janic. Aunque con este cuarteto más pujante, el grupo resistió el ritmo en los primeros metros, pero alcanzado el ecuador de la distancia se fueron despegando. Carrington lanzó el ataque final y pasó con solvencia primera para proclamarse campeona olímpica.
«A veces sólo valoramos las medallas. Yo valoro que es mi quinta participación en los Juegos»
La neozelandesa, de 27 años, invicta desde que ya ganó el oro en los Juegos de Londres 2012 —campeona mundial en 2013, 2014 y 2015—, se apuntó el oro con un registro de 39.864, Marta Walczykiewicz fue plata con un tiempo de 40.279, mientras que Inna Osipenko-Rodomska acreditó 40.401 para su bronce.
Entre la española y el podio también estuvieron Spela Ponomarenko Janic (40.769) y la francesa Sarah Guyot (40.894). El rastro de Portela lo siguieron la sueca Linnea Stensils (41.293) y la kazaja Inna Klinova (41.521).
Tras la final, la palista española explicó que «estoy muy contenta. A veces sólo valoramos las medallas. Yo valoro que es mi quinta participación en los Juegos, los campeonatos mundiales y europeos que he ganado. Tengo la satisfacción de haberme entrenado como nunca, de haber sido constante y trabajadora».
En la final, consideró que salió «de forma valiente» y dijo que no quería darse por vencida sin remar y lo dio todo, pero «sabía que las medallas iban a estar complicadas». El sabor de boca es mejor que el que le quedó en Londres 2012, cuando se vio «con claras opciones de medalla» y luego se llevó «una desilusión» al terminar cuarta.
La palista de 34 años dijo que no sabe qué ocurrirá dentro de cuatro años y todavía no se plantea si pretende competir en Tokio 2020.