Sanaya Libby’s La Laguna elimina al Kiele Socuéllamos con un 2-0 en la serie de su semifinal
VOLEIBOL | SEMIFINALES DE LA SUPERLIGA
El Sanaya Libby’s La Laguna (CV Haris) se convirtió en el primer finalista por el título de la Superliga de voleibol. El conjunto lagunero repitió triunfo ante Kiele Socuéllamos este sábado y certificó el 2-0 en la serie. Tercera final para las isleñas en 2022, después de las de Copa de la Reina (campeonas) y CEV Challenge Cup (subcampeonas), para la que espera rival. La puja por el título nacional de liga será entre el Haris y el ganador de la serie de semifinales entre CV Gran Canaria Urbaser y Avarca de Menorca, empatada este sábado tras la victoria de las grancanarias (1-1); este domingo se disputará el tercer y último partido de esa semifinal.
La Laguna ya logró la victoria en el arranque de las eliminatorias la pasada semana en su visita a Socuéllamos (0-3). Este sábado, Haris recibió a las castellano-manchegas y repitió un 3-0 (25-19, 25-17, 25-12) para certificar esa clasificación para la final. Socuéllamos quiso equilibrar la serie, pero se toparon con un sólido conjunto tinerfeño, que dominó desde el inicio obligando con rapidez a Chema Rodríguez a agotar sus tiempos muertos. La labor de JeanPierre y Arredondo en ataque cerraba el primer set y sentaba las bases del triunfo pese a la reacción visitante, que niveló el juego para encontrarse con el gran muro tinerfeño en el centro de la red. Las jugadoras de Juan Diego García aumentaban su intensidad para sellar por la vía rápida su pase a la final donde esperan rival.
El vigente campeón CV Gran Canaria Urbaser igualó su semifinal ante Avarca de Menorca aprovechando el factor cancha y la aportación de Saray Manzano. La capitana del conjunto grancanario lideró con sus 22 puntos el importante triunfo del bloque de Pascual Saurín, que dominó el choque desde el arranque. La labor de Sulian Matienzo en saque marcó el segundo set para dar paso a la reacción balear, en la que Wanda Banguero y Maira Westergaard resultaron claves para que el equipo dirigido por Bep Llorens continuase luchando por un desempate que no llegaría. Las locales, arropadas por su afición, cerraban el choque en el cuarto set para forzar el tercer y definitivo encuentro de la serie.