La madrileña perdió el combate por el oro frente a la británica Jade Jones, que revalidó el título olímpico que ya ganó en Londres 2012
Para Eva Calvo se despejó la ecuación del color de la medalla olímpica en la final de taekwondo femenino (-57) en los Juegos de Río. Plata. Un subcampeonato en su primera participación olímpica. La madrileña cayó en el duelo definitivo con la británica Jade Jones, que, de hecho, revalidó el título de campeona olímpica en el peso que cosechó en los Juegos de Londres 2012.
La taekwondista de origen galés, aunque afincada en Manchester, fue claramente superior a la española, que salió a vaciarse al combate, en el primer y tercer asaltos. Jones los cerró con parciales favorables de 6-1 y 9-3. La reacción de Eva Calvo, de 25 años, en el intermedio (1-3) no bastó para contener la voracidad de Jones, quien irrumpió en el Carioca Arena 3 dispuesta a prorrogar su reinado.
«Estoy orgullosa aunque un poco triste. Salir de una final así… Tenía la de plata y he perdido la de oro pero sí que soy consciente de lo que es una medalla en unos Juegos y mañana estaré más contenta», comentó la madrileña tras la final.
Ya en la víspera la española había advertido de la peligrosidad de su adversaria, una taekwondista que «no se cansa de atacar». Dadas sus cualidades, Eva Calvo trató de variar su estrategia. La determinación de la británica, sin embargo, fue clave: buscó la altura y con dos impactos casi consecutivos en el casco rojo de la madrileña dinamitó la final. Por 6-0 comandaba ya el marcador cumplidos los dos primeros minutos del combate.
En el segundo asalto sí encontró su mejor versión Calvo, permitiéndose soñar con una remontada que se antojaba imposible. Se situó a un punto (7-6) de la defensora del título, pero un descuido fue decisivo. Hasta el 16-7 se fue Jade Jones, número uno del ránking y máxima candidata al oro sobre el tapiz verde y azul sobre el que se disputó la competición en Río de Janeiro.
Esta batalla prorrogó el continuado pulso por la hegemonía de la categoría de menos de 57 kilogramos que las dos mantienen desde hace cuatro años. La madrileña dominó la primera mitad del ciclo olímpico tras mostrarse imbatible en 2013 y gran parte de 2014, pero a la ciudad brasileña acudió como la segunda mejor taekwondista dada la incansable reacción de la doble campeona, primeriza en los Juegos de Londres con sólo 19 años.
Aunque en la localidad carioca portó también la vitola de favorita, la galesa perdió en ese tiempo jerarquía: la japonesa Mayu Hamada le negó la final en los Campeonatos del Mundo de Puebla (México) en 2013 y Eva Calvo castigó sus dudas en tres de las cuatro Series del Grand Prix disputadas después.
Bronce para Joel
La Final del Gran Prix de 2014, con victoria ante la española, supuso para Jade Jones un punto de inflexión. Un año después retomó el número uno del ránking olímpico, posición que ya no abandonó. El crecimiento experimentado por su mayor oponente supuso un nuevo estímulo para la mayor de las hermanas Calvo, quien aparcó momentáneamente sus estudios de matemáticas.
La ecuación más compleja de su carrera le aguardaba el 18 de agosto en el Carioca Arena 3 y no logró resolverla. Quería el oro como había anunciado. Fue una magnífica plata, que eleva a 10 el número de preseas de la delegación española. Hasta este jueves suma cinco oros, dos platas y tres bronces con el conquistado minutos antes por el taekwondista Joel González, tercer clasificado en la categoría masculina de menos de 68.
«Estoy muy orgulloso de todo el trabajo hecho Eva. De los tres atletas. No solo de Eva y Joel sino de Jesús. Hemos vuelto a traer dos medallas y un diploma olímpico y ya hubiéramos firmado esto antes de venir», aseguró el entrenador Marco Carreiro.
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