TENIS | BBVA OPEN INTERNACIONAL DE VALENCIA
Cumplir una década al frente del BBVA Open Internacional de Valencia es, para Anabel Medina, motivo de una enorme satisfacción. La extenista y actual directora del torneo recuerda cómo, al iniciar este proyecto, lo hizo con la ilusión de aportar algo significativo al tenis femenino, de dejar una huella. Hoy, tras diez años de trabajo, pasión y compromiso, el torneo se ha consolidado como una referencia en el calendario para muchas jugadoras.
La evolución del torneo ha superado todas sus expectativas iniciales. Anabel confía que, aunque aspiraba a construir un evento estable, la realidad ha ido mucho más allá. “Empezamos con un ITF modesto y hoy hemos crecido tanto en nivel como en reconocimiento internacional”, explica. No imaginaba que tantas jugadoras del circuito WTA confiarían en el proyecto ni que el público respondería de forma tan entusiasta. Además, el proceso ha sido una auténtica escuela de gestión para ella, aportándole un aprendizaje muy enriquecedor.
A pesar de su papel como directora, reconoce que la mentalidad de jugadora sigue muy presente en su día a día. “Esa parte nunca se va del todo”, admite. Su experiencia en la pista le permite entender de primera mano las necesidades de los tenistas y los pequeños detalles que marcan la diferencia en un torneo. Esta sensibilidad ha sido clave para organizar un evento más humano y cercano, donde las jugadores se sienten realmente cuidadas.
Para muchas de los participantes, el BBVA Open Internacional de Valencia representa una oportunidad valiosa, tanto para sumar puntos como para sentirse protagonistas, independientemente de su ranking.
Mirando al futuro, Anabel Medina tiene claro que el reto es seguir mejorando. El objetivo es reforzar la experiencia de jugadoras, público y patrocinadores, así como ampliar las iniciativas sociales y de igualdad, convencida de que el tenis puede ser un vehículo de transformación más allá de la pista.
Al echar la vista atrás, destaca varios momentos cumbre en estos diez años. Uno de los más significativos fue el primer año en que lograron atraer a jugadoras del Top 100, un hito que confirmó la credibilidad del proyecto. También le ha marcado ver cómo jóvenes promesas que compitieron en Valencia han triunfado después en el circuito profesional. Sin embargo, para ella, no hay nada comparable a la sensación de ver las grados llenas: “Cada vez que eso ocurre, siento que todo el esfuerzo ha valido la pena”.
Diez años después, el BBVA Open Internacional de Valencia no solo es un torneo de referencia, sino también el reflejo de la visión y el compromiso de Anabel Medina con el tenis femenino y con su ciudad.