«Debo terminar mi 2019 antes de lo esperado. Los problemas de espalda no me han permitido cumplir los objetivos y he tenido un año irregular. Toca hacer rehabilitación, cargar energía y volver con ilusión en 2020». Así cerraba la campaña la tenista canaria Carla Suárez el pasado 9 de septiembre con un mensaje en sus redes sociales.
Este martes, la número 55 del ránking de la WTA anunció que el próximo curso, el de 2020, será el último en el que compita en el circuito internacional profesional: «El mensaje es claro y será breve. Simplemente quiero anunciar que 2020 va a ser mi último año como tenista profesional».
Para esta última etapa de su carrera quiere poder acabarla dentro del top ten, llegar lejos en un Grand Slam y poder competir en los Juegos Olímpicos de Tokio.
La tenista isleña, de 31 años, explicó en su comparecencia que tiene «otras prioridades» en su vida y subrayó que el tenis «es un deporte muy exigente que requiere muchísimo sacrificio».
«El 2020 va a ser mi último año como tenista profesional. Como todos sabéis, el tenis me ha dado muchísimo más de lo que me podía imaginar al empezar a jugar. Pero es cierto que estoy empezando a tener otro tipo de prioridades, como estar con la familia», mantuvo.
Carla Suárez, ganadora de dos títulos individuales y de tres títulos de dobles de la WTA, aseguró que quiere centrarse en su familia pero que se da un «año de margen» en este 2020 para seguir disfrutando, y haciendo disfrutar a su entorno y seguidores, de un tenis que quiere que sea de alto nivel y que le brinde la posibilidad de aspirar a un título de ‘Grand Slam’.
«Todavía estoy en condiciones de jugar un año más aspirando a todo. Tanto mi equipo como yo estamos totalmente comprometidos y queremos terminar de la manera más profesional posible. No se lo tomen como una despedida. Espero que este último año podamos disfrutar todos juntos», dijo en el CT Barcino