Guardan ambas la mayor de las pasiones por el tenis. Su deporte y vida. Dos largas carreras desarrolladas en pistas de todo el mundo, inscribiendo su nombre durante mucho tiempo en el gran circuito tenístico. Y en el tramo último se asociaron deportivamente para buscar el gran sueño: los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Se centraron en el dobles y se pusieron manos a la raqueta a conjugar el tenis de una y otra para afrontar juntas la búsqueda del ensueño. Buen camino llevaban, refrendado con un comienzo de año 2016 brillante con tres títulos. Y el resultado fue que se ganaron los Juegos. La dupla la forman Anabel Medina Garrigues (Torrent, Valencia, 31/7/1982) y Arantxa Parra Santonja (Valencia, 9/11/1982). Los cuartos Juegos para la primera, que logró la medalla de plata en Pekín 2008, y los segundos para Parra.
La pareja tenística repasa en una entrevista para WSL el camino y los objetivos con el fondo de Río 2016. Este domingo debutan (16.00 horas en España). Y de fondo está ese trabajo que hay detrás de una clasificación olímpica. «Ha sido muy duro. En nuestro casa llevamos más de año y medio preparándolo», dice Medina, al tiempo que su compañera concreta que parte importante de ese trabajo es «la ilusión y motivación de clasificarnos y tener el objetivo de hacer un buen papel, incluso soñar con una medalla. Y a partir de ahí, la clave siempre ha sido trabajar cada día para seguir mejorando».
Los últimos meses, desde que comenzó 2016, permitieron fundamentar el ganarse los billetes para los Juegos. «Llevamos un año muy bueno, jugando a un nivel muy alto. Hemos ido evolucionando y mejorando como pareja cada semana y llegamos en un buen momento a Río», coinciden, avalándolo además con los tres torneos que ganaron al principio del año. Y significan qué es estar en la gran cita del deporte mundial. «Es una objetivo cumplido. Es algo que hemos estado luchando para poder estar aquí. Una satisfacción», asegura Anabel, mientras Arantxa refrenda que «es un premio a todo el sacrificio y el trabajo que hemos hecho juntas».
Medina alcanza la imponente cifra de cuatro participaciones olímpicas (Atenas 2004, Pekín 2008, con la plata lograda junto a Vivi Ruano en el dobles, Londres 2012 y Río 2016): «Quizás no le doy valor ahora con toda la competición y entrenamiento que desarrollamos. Creo que después, cuando me retire, será algo que me sorprenderá mucho».
Parra participó en Londres y su ensueño era volver a una cita olímpica. Lo logra con la edición en Rio, la primera en una ciudad de un país de Sudamérica. «Vengo con muchísima ilusión de disfrutarlos y dar lo mejor de mí. Llevaba ya un par de años con muchísimas ganas de poder clasificarme y en las condiciones que llegamos, aún más ilusionada por luchar por una medalla», asevera la valenciana.
Las tenistas analizan las posibilidades del equipo español en su disciplina y confían en que se puedan lograr metales. «Hay muy buen equipo tanto masculino como femenino y estoy segura que entre todos volveremos con alguna medalla ya sea de individual, de doble o de mixto», opina Parra, al tiempo que Medina resalta en féminas las opciones de Garbiñe Muguruza y Carla Suárez.
Un total de 305 deportistas configuran el Equipo Olímpico Español, de los que 143 son mujeres. Se trata de la edición de los Juegos Olímpicos modernos en los que más representación femenina tiene España. Y como en Londres, con serias posibilidades de aportar más metales al medallero nacional.
«Las mujeres cada vez practicamos más deporte. España es una potencia mundial en deporte y al igual que triunfa en categorías masculinas, ha demostrado que en el momento que se ha apoyado al femenino ha salido todo el talento», subraya Anabel Medina. Finalizados los Juegos, la valenciana se centrará también en el ‘BBVA Open Ciudad de Valencia’ de tenis femenino, del que es directora deportiva.
Por su parte, Arantxa Parra concreta que en tanto que ha crecido «la valoración del deporte femenino y se ha apostado más por él, esto ha significado con el paso del tiempo la calidad que ya existía haya salido a flote en forma de resultados».
Pero ahora es el momento de vivir lo que un día fue un sueño y hoy es una realidad en la que tienen que competir al máximo nivel. Y son claras respecto a cómo afrontan los Juegos de Río: «Lo vamos a dar todo. Llegamos a muy buen nivel y con ganas de dar nuestro cien por cien».