El ‘Victoria’ español volcó a 80 minutos de comenzar la regata y tuvo que retirarse
VELA CRUCERO
Todo estaba preparado en Cádiz para vivir la segunda y última jornada del Gran Premio de España de SailGP. El viento de levante apareció con fuerza en la bahía de Cádiz y el F50 Victoria fue el primer en sufrir las consecuencias. Mientras navegaba en mitad de la bahía de Cádiz camino del campo de regatas, una fuerte racha hizo que se levantaran los timones y Phil Robertson perdiera el control del barco yéndose hacia adelante y en consecuencia volcara rompiéndose la parte superior de la vela-ala. La tripulación española formada por Robertson, Florian Trittel, Diego Botín, Joan Cardona, Mateu Barber y Jordi Xammar; no sufrió ningún percance. El barco español se retiraba debido a los graves daños en su vela mayor. Pero esto no quedó ahí, en la gran final que disputaron Gran Bretaña, Australia y Estados Unidos nada más salir, el equipo británico patroneado por Ben Ainslie, le ocurría lo mismo que minutos a los españoles y volcaban a los pocos segundos de tomar la salida, con lo que la final se convertía en una regata a dos entre australianos y americanos, con triunfo para los de Tom Slingsby de forma autoritaria.
Sin el barco español, daba inicio el segundo día de competición, con lo que el numeroso público congregado en La Alameda, el Paseo de Santa Bárbara y el Paseo Genovés y las decenas de barcos desde el agua, no pudieron ver en acción al F50 Victoria. La regata se puso en marcha con vientos de 36 km/h y con sólo siete barcos en competición. Dinamarca sorprendía empezaría dominando y parecía que era la que mejor se adaptaba a las difíciles condiciones meteorológicas con vientos fuertes y con rachas que superaron los 40 km/h. Esto pero sería en los dos primeros tramos, rápidamente Nueva Zelanda y Gran Bretaña tomaban el mando y Japón se apuntaba a la fiesta. Era una prueba de auténtica supervivencia. Victoria de Nueva Zelanda, seguido de Gran Bretaña y Estados Unidos.
La segunda prueba del día daría los finalistas. Todo estaba abierto, no había favoritos claros en una jornada donde reinaba el caos debido al fuerte viento. Nuevamente salida rapidísima donde Nueva Zelanda que había ganado la anterior se iba para atrás, mientras que Gran Bretaña, Japón y Francia –que despertó- fueron los primeros protagonistas. Pero al final Australia fue quien se llevó el gato al agua, ganando la prueba, seguido de Gran Bretaña y Japón.
Estos tres barcos serían los finalistas en una final accidentada de nuevo, en el largo de salida Gran Bretaña, que se había mostrado muy firme hasta el momento, volcaba antes de llegar a la boya de desmarque, también sin consecuencias personales para la tripulación, con lo que se quedaban solos en la final Australia y Estados Unidos, en la que los australianos tomaron rápidamente la delantera y no dieron ni una sola opción a los norteamericanos, llevándose así el triunfo en el Gran Premio de España.