El agridulce quinto puesto logrado en el Campeonato del Mundo cuando acariciaba el podio en Francia no será obstáculo
VELA OLIMPICA
Días de obligado descanso tras una larga temporada que se ha dilatado hasta casi los 11 meses y de reflexión tras lo sucedido en el Mundial de Brest. La prueba cumbre de la temporada en la clase iQFoil, que se estrenará en el programa olímpico en los Juegos de París, concluía el pasado 22 de octubre con un amargo quinto puesto para Pilar Lamadrid (Ellas son de aquí / Livinda / Puerto Sherry / Fundación Andalucía Olímpica), líder tras la primera jornada en la cita francesa y que afrontaba las finales desde el tercer puesto de la general, despidiéndose del podio en la eliminatoria de semifinales.
Cuarta el año pasado en la cita mundialista, en la que igualmente también alcanzaba la penúltima ronda, con este quinto puesto, al que hay que añadir el séptimo en el Campeonato de Europa de Italia, la hispalense afincada en El Puerto de Santa María confirma a pesar de todo su desembarco con mayúsculas en la élite internacional. No por casualidad se mantiene a día de hoy en la primera posición del ránking mundial de la disciplina, que alcanzara a principios del verano tras acumular, entre otros resultados, tres triunfos y un subtítulo durante la temporada 2021/22.
“Mentalmente ha sido duro pero lo voy asimilando con el paso de los días. Me ha costado reordenarme pero la verdad es que estoy bastante contenta con el Mundial”, reconoce desde su exilio por el norte de España, disfrutando de sus merecidas vacaciones, la windsurfista del Club Náutico Puerto Sherry. Y es que, después de comenzar el Mundial con cuatro victorias parciales y sumar hasta seis triunfos en las 15 mangas disputadas hasta las series finales, no volver a casa con la preciada medalla al cuello ha sido un trago amargo para la líder del equipo preolímpico español de iQFoil.
“Quizás ha sido la competición en la que mejor he rendido de toda mi carrera. Verme líder en la primera jornada, y de esa forma, hizo que el segundo día pinchara con tres caídas que me hicieron bajar hasta la sexta posición. Pero luego fui capaz de recomponerme, ver lo que había pasado, y de volver al nivel del inicio. Por ahí estoy super contenta, viendo cómo era capaz de sobreponerme a cada bache, porque siempre hay muchas cosas que nos afectan”, reflexiona Lamadrid antes de volver a repasar lo sucedido en la jornada decisiva.
“El último día, el de las finales, salí dispuesta a comerme el mundo y a hacerlo lo mejor posible, con toda la confianza puesta en mí. Aunque luego, analizando lo sucedido fríamente, a pesar de ir liderando la manga de semifinales, una mala decisión en un milisegundo me hizo quedarme sin opciones de meterme en la final y luchar por las medallas”.
El broche de oro, la rúbrica ideal a la mejor temporada de su carrera, se esfumaba. Aunque la sevillana, incluida en el denominado Team España Élite del Consejo Superior de Deportes, hace una lectura congruente del Mundial. “Es un quinto puesto que sabe a muy poco porque no refleja realmente todo el progreso y sobre todo la regularidad demostrada durante toda la semana de competición. Porque al final fui de las pocas regatistas que se mantuvo todos los días en el top 6. Y aunque por ahí se dice que este sistema de finales es injusto, sinceramente creo que no es así. Aunque es cierto que es un formato agresivo, ya que es eliminatorio y los puntos de antes no cuentan, tenemos que adaptarnos y estar preparados para esa situación y afrontar las finales en esta nueva clase. Al final, si tienes que estar ahí, será así. Y si no, por lo que sea, no lo estarás”.
Sin perder la sonrisa y el aplomo que la caracterizan, Pilar Lamadrid sabe que tiene la receta para volver a subir a un podio, y además en una gran competición. El tiempo le dará o no lo razón. “Entiendo que todavía no ha llegado mi momento, aunque cada vez estamos más cerca y sé que éste es el camino a seguir. Volveremos a entrenarnos, y con mucha fuerza. Ha sido difícil gestionarlo, pero no queda otra que seguir trabajando. Porque este quinto puesto en el Campeonato del Mundo no es más que un recordatorio de que tengo que seguir trabajando duro y que va a llegar, no sé si el año que viene o el siguiente, en el Mundial, el Europeo o los Juegos Olímpicos, cuando toque. Estoy segura que va a llegar”.