La selección absoluta femenina supera 6-12 a Hungría en el partido por el tercer puesto del campeonato de Europa y suma cinco metales en los últimos cinco años
España, anfitriona del campeonato de Europa de waterpolo en Barcelona, obviamente soñaba con una final en casa. Pero Grecia cortó el paso en semifinales en la piscina Bernat Picornell en un día de esos de atasco, de los que suceden en el deporte, pero de los que en todo caso se toma un aprendizaje. Pero como también exige el deporte, más en plena competición, no había otra que recuperar el rumbo y, en ese caso, buscar el bronce. Y la selección española absoluta femenina así lo hizo. Excelente pulso, partido de altísimo nivel el que construyó ante Hungría para acabar adjudicándose el bronce continental después de una victoria 6-12. En perspectiva, una muestra más del potencial de la selección que sigue viviendo en el primer rango europeo y mundial; y eso, no es nada fácil.
Y las españolas mostraron que iban a por el metal desde el primer instante en que se lanzaron a la piscina para la primera disputa de balón. El empuje de las anfitrionas se tradujo en un parcial de 0-4 con goles firmados por Pili Peña, Anni Espar, Mati Ortiz y Anna Gual. El tanto de la magiar Szilagyi lo sofocó rotunda Anni Espar con otra diana, cerrando un primer cuarto de 1-5.
Una renta cómoda para el siguiente tramo. No perdió concentración España, pero quizás sí bajó la aceleraciones, las pulsaciones con las que apabullaron a las húngaras. Maica García selló el sexto de las anfitrionas. Pero las magiares, que erraron un penalti, lograron reducir la renta de España a tres goles tras las dianas de Garda y, de nuevo, de Szilagyi.
Reanudado el partido tras el descanso largo, el combinado nacional dio buena muestra de su rigor defensivo y eficacia ofensiva. Ahogaron de nuevo a las húngaras y las minimizaron con otro parcial de 0-4 con dianas de Leitón, Gual, por dos ocasiones, y Clara Espar. Con un más siete, un 3-10, en el marcador de la piscina Bernat Picornell se cerró el tercer cuarto. Un trámite hacia el bronce fue el último tramo de partido. Victoria rotunda y metal que se suma a los últimos cuatro logrados (cinco en los últimos cinco años) por esta generación del waterpolo femenino español.
«Ya desde ayer pensábamos solamente en este partido. Esta era nuestra final y la preparamos a conciencia y sabíamos que teníamos que ser nosotras mismas para llevarnos esta medalla tan preciada», aseguró la portera Laura Ester en declaraciones a la RFEN. «Creo que nos lo merecemos, es el premio a toda la preparación que hemos hecho estas semanas. Un premio para la grada, para la gente que estaba en casa dejándose la voz», añadió.
Por su parte, el seleccionador, Miki Oca, explicó que «se le tiene que dar mucho valor a lo conseguido por este equipo, porque estar tantos años arriba es muy difícil». Y resumió respecto al partido ante Hungría por el bronce que «estoy muy contento porque han hecho un partidazo, con un rendimiento muy alto. No tuve que decirle nada para motivarlas, porque tenía ganas de sacar lo que son y hoy lo han demostrado».