La jugadora del Club de Campo, una de las perlas del hockey hierba femenino español, ya luce con la absoluta en la World League y cuenta sus sensaciones en una entrevista
Texto: Matías L. Sartori/FHCV – Foto: Arnau Martínez
Con tan solo 17 años marcó su primer gol con la selección española absoluta ante la República Checa en la segunda jornada de la Ronda 2 de la Valencia Hockey World League. La jugadora del Club de Campo está demostrando a qué se debe este gran salto de la joven promesa del hockey español femenino.
Transcurría el minuto 49 del partido. En el amanecer del último cuarto, las RedSticks no lograban ampliar la diferencia ante la sólida defensa de la República Checa en el segundo partido de la World League. Penalti córner para España. Rocío Gutiérrez recibe las instrucciones de Adrian Lock y traslada su pizarra al campo. Cristina Guinea se dispone a arrastrar la bola. Desde el banquillo llueve un grito del seleccionador: «Bego para atrás».
La jugadora de la ‘Complu’ retrocede despistando a la defensa checa. Pincha Guinea, detiene la bola Bea Pérez y María López sirve un pase para Alejandra Torres-Quevedo (30/9/1999) para poner el stick y empujarla bola. Una jugada preparada digna del Club de Campo: conexión Mery-Bea-Ale.
La radiología del gol es un retrato de la euforia de una niña de 17 años que ‘se hizo mayor’ entre un escuadrón titánico con aires olímpicos. El salto de una Mini-RedStick que sacudió las esperanzas de una República Checa que sufriría dos goles más tras recibir el de Alejandra. El sueño de una adolescente que superó con creces sus objetivos. Aquella que ha sido campeona en el Internacional Junior, también en Valencia, también con Adrian Lock en el banquillo. Aquella que disputó el Mundial de Chile. Pero sus metas no tienen límites. Como la de cualquier joven soñador.
«La verdad es que estoy muy contenta. Básicamente no me lo creo porque me vino muy de sorpresa. Todo empezó con el Mundial sub’21 en donde Adrian (Lock) me llamó y allí creo que lo hice bien y luego me llamó para la absoluta. Estuve en la concentración, pero no me imaginaba estar aquí jugando con la World League», rezan sus tímidas palabras. «Está siendo un año muy bueno la verdad. No podría ser mejor», analiza Alejandra.
Y su gol no podría en llegar en mejor momento. Ni en mejor lugar. Tras ‘reservarse’ el gol con la sub’21 en sus tres partidos disputados en el International Junior y en sus seis partidos en el Mundial, quiso estrenarse con la absoluta como no podía ser de otra manera. Y el recuerdo del gol aún palpita en su mente: «Ha sido un penalti córner en una jugada ensayada que estuvimos entrenando. Pudo haber sido cualquier otra jugadora. Pero me ha tocado a mí. Y he recibido un buen pase, iba justo al sitio y tuve que poner el palo. Estoy muy contenta y muy emocionada de haber marcado mi primer gol».
Con tan solo 17 años, la del Club de Campo se ha convertido en una de las jugadoras más jóvenes en anotar con la selección absoluta. «Es como que no me lo creo, acabó de meter gol, estoy jugando con la absoluta, tengo que asimilarlo todavía», confiesa.
Sobre sus compañeras sabe que a pesar de ser la más ‘peque’ se encuentra como pez en el agua. «Mis compañeras son muy simpáticas conmigo, muy amables y me han caído muy bien. Es un grupo muy divertido y además estoy con seis jugadoras de mi club con las que juego a diario. Estoy muy cómoda realmente», dice emocionada.
Apunten el nombre de Alejandra Torres-Quevedo. La cenicienta de las RedSticks que ha comenzado a escribir su cuento de hadas. El cuento de una joven soñadora que con humildad, esfuerzo y sacrificio quiere hacerse un pequeño hueco en la selección absoluta.
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