Las RedSticks logran el triunfo por 2-1 en las semifinales en un partido serio y certifican la clasificación para la Ronda 3 de la World League
Demostró España temple y convicción en su juego alegre y ofensivo, bien entremezclado con control defensivo, y una buena dosis de madurez para saber leer un sufrido e intenso final de partido contra Escocia. La selección española de hockey hierba derrotó a las británicas por 2-1, con un doblete desde el stroke de Gigi Oliva, que orquestó siempre el juego de las RedSticks, y certificó su pase a la final de la World League Ronda 2 de Valencia, donde este domingo le espera Polonia (16:30 horas), que eliminó a Ucrania por 0-3. Las jugadoras de Adrian Lock, además de hacer un excelente trabajo y certificar la victoria, consiguieron asegurar su presencia en la Ronda 3 de la Liga Mundial.
Plácidos fueron los partidos de la fase de grupos y de cuartos de final para España. Se midieron a selecciones que en un exceso de respeto hacia las RedSticks se olvidaron de plantear algo más que no fuera defenderse. Encerradas. Y las españolas, que gobernaron siempre la bola, sólo tuvieron que armarse de paciencia y leer bien los respectivos encuentros para despellejarlos con goleadas desde el momento en que lograban la primera diana. Pero las semifinales contra Escocia de este sábado fueron otra cosa. Dos equipos perfectamente estudiados entre sí, que además venían de pulsarse en las últimas concentraciones antes de la Worl League. Así que fue cuestión de ponerse el mono de trabajo. Y saber defender y atacar y elaborar transiciones y vaciarse físicamente y echarle descaro cuando correspondió y saber sufrir cuando las británicas apretaron.
Igualadísimo se desarrolló el primer cuarto. Tenso. Competido. Replicando también todas las jugadoras a una brisa fría y húmeda que rugía desde el Mediterráneo. Y según se cogió temperatura de juego, se hilvanaron acciones notables en ataque, aunque sin premio. Y se cerró el tramo 0-0. La segunda manga mostró la alta intensidad de ambos conjuntos. Y, en el 19, pudo adelantarse Escocia de penalti córner. Dos consecutivos. Uno lo repelió María Ángeles Ruiz; el otro fue fuera. Y dos minutos después, tras una acción individual de Carlota Petchamé, stroke para España que materializó Gigi Oliva (1-0). Hubo luego alternancia con más rango español. Pero a un minuto del descanso, María Ángeles Ruiz salvó el empate por dos veces.
Del 2-0 a saber sufrir
La selección española regresó tras el receso con ambición, con una argumentación basada en saber que suya era la iniciativa, en mover la bola rápido, en engrasar transiciones y buscar espacios resquebrajando a las británicas. Y en eso, en orquestar el juego de España, Gigi Oliva fue la piedra angular. Y ella resolvió, en el 34, otro stroke para llevar el resultado al 2-0. Y tras eso, Escocia pasó muchos minutos corriendo detrás de la bola, mientras Oliva, Bonastre, Petchamé, Bego García, Bea Pérez… y el combinado en modo coral articularon juego en busca del tercero, que evitó la portera escocesa en dos ocasiones claras.
En el último tramo, obviamente, Escocia no tuvo otra opción que lanzarse a buscar meterse en el partido con quince minutos por delante. Y España entendió que ese último cuarto, con dos goles arriba, debía ser una mezcla de búsqueda del tercer gol al tiempo que ser consistente en su sistema defensivo con figuras como Rocío Gutiérrez, María López, Xantal Giné, Julia Pons… para proteger a Melanie García, que sustituyó en el descanso a María Ángeles Ruiz lesionada, y evitar que las británicas lograsen el tanto que les diese esperanzas. El seleccionador escocés optó por la portera-jugadora en los últimos diez minutos. Las botánicas intentaron apurar a España, pero las RedSticks mostraron madurez para saber leer los últimos instantes de empuje oponente y sufrir incluso. De hecho, a falta de un minuto, Amy Costello logró el 2-1 en un penalti córner. Pero se consumió la historia de semifinales y se abrió el capítulo de la final para España.