La halterófila paralímpica, que ha disputado sus quintos Juegos consecutivos, ya piensa en su próximo reto
HALTEROFILIA | JUEGOS PARALÍMPICOS DE PARÍS 2024
Por SANDRA PANIAGUA (ENVIADA ESPECIAL A PARÍS).- Con el objetivo deportivo de 2024 cumplido, solo buscaba estar en los Juegos Paralímpicos de París, Loida Zabala tuvo que luchar un poco más para poder estar en la final de Halterofilia en la categoría de menos de 50 kilos. En estos últimos días ha tenido que combatir no solo con la enfermedad, sino con la posibilidad de no dar el peso para competir. Por ello, todo su equipo se volcó en que lograra su sueño, poder estar en sus quintos Juegos Paralímpicos. Y es que Loida Zabala es una luchadora nata. El pasado mes año, en octubre, le detectaron un cáncer terminal de pulmón que se había extendido al cerebro, hígado y riñón.
No solo cumplió el objetivo y esta mañana de jueves competía en su categoría, sino que logró superarse a sí misma y levantar 75 kilos, además de dar por válidos los tres levantamientos de la prueba. En su primer levantamiento, Zabala llegó a los 60 kilos, en el segundo a los 70 y en el tercer y último levantamiento consiguió los 75. La cacereña no luchaba por los primeros puestos, ni siquiera lo hacía por ninguno. Solo quería que uno de los tres levantamientos fuera bueno, y lo fueron los tres. «Es la primera vez en una competición internacional que hago los tres válidos», apuntó la halterófila paralímpica.
«Hasta esta misma mañana no hemos sabido que iba a poder competir. Estos días y horas han sido muy complicado porque al final si los médicos te dicen que no puedes competir, pues no puedes. Y toca asumirlo y ver como todo el esfuerzo que has hecho en todo este tiempo no vale. Estos meses, estas semanas han sido complicadas, no solo por mi enfermedad, sino porque no sabíamos si llegaría a dar el peso», explicó Loida Zabala.
La extremeña hoy se ha sentido feliz. Feliz porque ha podido competir, «estoy igual que cuando me dijeron que sí podía venir a los Juegos». Feliz por haber conseguido más de lo que se había propuesto: «Hoy me siento como si hubiera ganado una medalla. Me parece increíble, estoy tan emocionada. Es la primera vez que lloro en la entrada, en el momento que hacen la presentación». Respecto a la competición, Zabala señaló que «al final lo he dado todo para estar hoy aquí y me parece algo increíble. A veces, la vida te da sorpresa. Si me hubiera hundido, si al final hubiera tirado la toalla, no hubiera estado viviendo en este momento». Esa emoción de esta luchadora nata fue compartida por todos los españoles que se desplazaron hasta el París Sur Arena, sede de la Halterofilia en los Juegos Paralímpicos de París 2024, así como por toda su familia y amigos allí presentes.
Toda una inspiración
«No me considero una inspiración realmente porque yo sé que esa fuerza interior que se me puede ver ahora lo tiene cualquier persona», apuntó humildemente la cacereña y continuó diciendo que «es posible que la gente no sepa que tiene esa fuerza, sobre todo si no ha pasado por ciertas situaciones, no lo ha llegado a ver. Por así decirlo, no sabía que era así de fuerte y sé que todo el mundo tiene eso dentro»
La campeona de Europa de halterofilia paralímpica en 2022 es todo un ejemplo a seguir para los amantes del deporte del levantamiento de peso. De hecho, esta es una disciplina más centrada en la rehabilitación de una lesión medular que la competición al más alto nivel para personas con discapacidad. Desde que el año pasado le detectaron la metástasis del cáncer de pulmón que padecía, Zabala se puso como reto sus quintos Juegos Paralímpicos. La metástasis de su cáncer ha hecho que sea terminal, pero Loida se centra en vivir, más que en sobrevivir. De hecho, tas haber conseguido su objetivo para 2024, ya piensa en algo igual de grande. Poder competir al más alto nivel en la temporada que viene y, porqué no revalidar su título de campeona de Europa.
«Cumplido este objetivo, sí que voy a tener un nuevo foco. Me gustaría revalidar el título de campeona de Europa, que es dentro de dos años. Me da tiempo a recuperar el estado de forma en el que estaba el año pasado y, por qué no, después me gustaría sobrevivir hasta Los Ángeles 2028. Pero eso ya se verá», explicó Zabala entre sonrisas y lágrimas. Unas lágrimas de emoción por el sueño cumplido, por saber que es un pasito más, por saber que a pesar de todo loq ue tiene todavía saca fuerzas. «¿Vacaciones? Ya voy a empezar a preparar mi siguiente reto. Lo tengo clarísimo, no quiero parar. Cuando hace lo que te apasiona, ya te sientes en vacaciones».