Siempre me pregunto lo mismo. ¿A qué se debe la poca visibilidad de la mujer en el deporte? Nuestro esfuerzo, sacrificio, nuestra ilusión, no creo que diste mucho del género masculino, pero la repercusión sí. No pretendo reivindicar nada, ni que esto sea una crítica, simplemente me gustaría despertar una mañana y ver que el trabajo que se realiza es recompensado igualitariamente.
Le doy vueltas a todo esto, mi mente empieza a centrifugar pensamientos y selecciona uno, los Juegos Olímpicos. Me pregunto a mi misma el porqué y está claro, quizá durante la realización de estos la mujer esté más cerca de situarse donde se merece, del mismo modo que en ellos demuestra el nivel en el que nos encontramos.
Pero por encima de todo esto yo personalmente veo que a la sociedad sí le gusta el deporte femenino, cuando se ganan medallas no importa el género que lo consiga, simplemente el hecho. Entonces, ¿únicamente nos divierte y engancha el deporte femenino cada cuatro años?. Recuerdo hace un tiempo atrás, estuve pasando unos días en Alemania viendo el Mundial de Fútbol Femenino y los estadios estaban llenos; cincuenta mil personas viendo un partido. En ningún momento vi a nadie aburrirse. Eso no lo olvidaré nunca, al igual que la cantidad de publicidad en relación a la selección alemana, el ambiente… Nadie hubiera dicho que todo aquello estaba relacionado con deporte femenino, pero sí, así era y brindé por ello.
Me gustaría despertar una mañana y ver que el trabajo que se realiza es recompensado igualitariamente
Yo misma he vivido la evolución de la mujer en el deporte durante las últimas décadas. Ahora muchos más medios de comunicación hablan de nosotras, emiten eventos, al igual que un tanto por ciento más elevado de mujeres pueden dedicarse exclusivamente al deporte y vivir de ello. Pero sigo pensando que todo va demasiado lento. La mujer en todos los ámbitos debe demostrar más para conseguir acercarse a lo que le gustaría o lo que merece. No puede relajarse ni un solo momento. Cada día debe seguir luchando por algo que es suyo, por la igualdad de oportunidades y derechos.
Yo siempre he dicho que el fútbol masculino y el femenino son «deportes» diferentes. Jugamos a otra cosa. Nosotras no queremos comparaciones. De hecho, son odiosas. Únicamente desearíamos disfrutar del reconocimiento que nos hemos ganado durante tantos años de lucha, por nosotras, el presente que tanto peleamos y por ellas el pasado que tanto peleó.