Por Theresa Zabell*
La participación de las mujeres en el deporte siempre ha sido menor que la del hombre. Nuestra incorporación a la actividad física ha sido bastante tardía por las dificultades que hemos encontrado en los estereotipos sociales y culturales. La frase de «la mujer es inferior al hombre», la hemos tenido que sufrir durante mucho tiempo, pero creo que ya estamos en condiciones de decir que la igualdad ha llegado, o al menos, que está a punto de llegar.
En el deporte profesional, la mujer ya destaca por encima de los hombres en algunas ocasiones, a pesar de que las modalidades en las que participa no son consideradas de masas. En la actualidad, en España contamos con muchas ídolos, que han sufrido para superarse y darle a nuestro país la gloria. Podría poner muchos ejemplos, pero sin duda alguna me quedarían mujeres sin nombrar y no quiero ser injusta.
En el deporte amateur no tenemos más que asomarnos a los gimnasios para ver el increíble porcentaje de mujeres que luchan por cuidar su salud y su cuerpo. El deporte fue ideado por y para los hombres como vía de transmisión de determinados valores y para el desarrollo de sus capacidades físicas. Desde mediados del siglo XX, la mujer se fue incorporando a la actividad física a través de la educación física en los colegios y universidades hasta llegar a integrarse plenamente en el deporte cotidiano del mantenimiento.
Gracias a nuestra formación cultural, la mujer no solo practica deporte, sino que también participa como espectadora activa. Desde 1900, la mujer se fue integrando como participante de los Juegos Olímpicos comenzando por el golf y el tenis en los que participaron 22 féminas. Ahora ya contamos en los Juegos con equipos mixtos, lo que era impensable hace pocos años.
La francesa Alice Melliat, primera mujer en conseguir un Diploma Olímpico, organizó en 1917 la Federación Internacional Deportiva Femenina y en 1920 se celebraron los primeros Juegos Femeninos Mundiales de Atletismo. Ha sido desde los pasados Juegos de Londres 2012 donde todas las disciplinas olímpicas han contado con mujeres en sus pistas y en los que las atletas de España doblaron en preseas a los hombres. Ahora ya se ha estipulado que en 2030 tiene que haber una igualdad de género en el deporte de competición, lo que es una muy buena noticia para la humanidad.
Yo soy de la teoría de que se debe celebrar siempre lo mucho y bueno que se consigue, y las mujeres en el deporte hemos logrado mucho. ¡¡Enhorabuena a todas!!