Finalizada la temporada, ambos clubes deben dar un paso adelante para apuntalar un nuevo curso sin los agobios del ya finalizado
OPINIÓN: Bajado el telón del escenario de la temporada 2017-2018, la exigencia señala ya al curso siguiente. Poco tiempo de descanso. Quizás tendrán las futbolistas su mes de vacaciones y luego de nuevo a ponerse el mono de trabajo. Pero lo que no frenan y no deben hacerlo, es más, están en una especie de evaluación continua para analizar lo que se tiene y revisar el mercado, son las secretarías técnicas.
Y en esa planificación andan dos equipos como el Valencia CF Femenino (quinto este curso en Primera División) y el Levante UD Femenino (octavo), que seguramente estarán, si las respectivas instituciones se lo permiten económicamente, revisando cómo dar un paso adelante y no atrás como ha sucedido esta campaña.
Este ejercicio ya acabado, a falta de conocerse las campeonas de Copa de la Reina y después de que el Atlético ganara la liga, ha significado que estos dos equipos han pasado de viajar firmes en el objetivo de clasificación copera y estar justo detrás de Atlético de Madrid y FC Barcelona a verse superados por Athletic (un histórico en todo caso), Granadilla y tener serios apuros hasta prácticamente el final para certificar la participación copera (el Valencia encontró algo de margen, el Levante sobre la bocina) con Betis, Real Sociedad o Madrid CFF.
Las respectivas coordinaciones tendrán, obviamente, sus informes para evaluar y considerar qué elementos han significado este paso atrás (conocidos son los cambios de entrenadores, lesiones y otras cuestiones reconocibles en cualquier equipo). Pero la cosa es mirar hacia adelante.
Obviamente, los clubes, allá donde se dibujan los presupuestos, también deben examinar su cuota de responsabilidad. La cuestión es qué se quiere hacer para la temporada siguiente, dónde están los objetivos que se marcarán (y quedarse en un clasificarse para la Copa, dado el formato en el fútbol femenino, es demasiado amplio entre el primero y el octavo; hay que definir con qué equipos se va a querer competir). Desde luego, el Levante es club pionero en el fútbol femenino, referente incontestable en otra etapa y quizás es el momento de recuperar eso. En el Valencia se ha argumentado los pasos que se han dado en los últimos años, pero no debe haber un freno, siempre seguir queriendo más.
El proyecto del Valencia
Lo dicho, este curso el Valencia, quinto, ha finalizado por encima del Levante. Lo que se conoce ya son algunas renovaciones como las de Carol Férez, Paula Nicart (dos temporadas), Natalia Gaitán (dos cursos), Gio Carreras, Jennifer Vreugdenhil, Mandy van den Berg, Anair Lomba ‘Lombi y Alejandra Serrano (tres temporadas), así como Débora García, María Pi, Sara Medina, Marta Carro, Karpova, Sandra Hernández, Marta Peiró, Cristina Cubedo, Sara Medina, María Ortiz y Enith Salón. Además, la goleadora Mari Paz Vilas, que la pasada campaña renovó por dos ejercicios, tiene contrato en vigor, pero ha sido ampliado hasta 2020. Se conoce ya una baja muy importante, un espacio muy difícil de cubrir, con la salida de la capitana Ivana Andrés.
Pero hay una figura que el Valencia debiera no perder. Andrea Esteban bien merece una oportunidad. Cierto que la circunstancias de su lesión le han restado gran parte de la temporada como para evaluar la competición. Pero no es menos cierto, más allá del incuestionable talento y calidad, además de seguir teniendo una enorme proyección dada su edad, que la capacidad de trabajo, compromiso, esfuerzo máximo y respeto al club y plantilla, además del equipo técnico, es, según fuentes consultadas por este diario, impecable. Lo dicen desde dentro: “Andrea está perfectamente recuperada y en esta recta final lo que ha faltado es ritmo de competición para que hubiera jugado más”.
¿Qué sí se ha podido comprobar en campo? De los partido que ha llegado a disputar, queda meridianamente claro que está recuperada para la causa, y que el talento que muestra no puede dejarlo escapar un club como el Valencia. Por lo pronto, lo señorial sería darle una nueva oportunidad.
El Levante y un plan fuerte
En el Levante, el trabajo de Maider Castillo pasa por tres asuntos: lógicamente encontrar ese mayor empujón desde altas instancias para generar un proyecto de reencuentro con el gran Levante; además, decidir la continuidad o no de Joaquín García ‘Kino’ en el banquillo (por cierto, situación similar se da en el equipo vecino con Jesús Oliva); y a partir de ahí construir la plantilla del curso próximo. Kino tuvo que recoger la herencia de Andrés Tudela pasado el ecuador del curso, el caso es valorar si cuenta con la confianza para enderezar los objetivos partiendo un curso de cero.
Se rumia una apuesta importante, aunque por lo pronto poco se sabe. Mejor no especular. En el caso levantinista, no se ha realizado movimientos oficiales públicos, pero la cuestión es activar esto finalizada la participación en la Copa de la Reina. Existe la intención de poder conjugar un proyecto fuerte con un mejor presupuesto, que podría significar al tiempo una remoce de la plantilla y mirar a cotas altas. Por lo pronto, es seguro el regreso de Ruth García. Se conocen las renovaciones de Maitane López, Jèssica Silva o la continuidad de Charlyn Corral. Además, el club anunció las bajas de las siguientes futbolistas: Noelia Ramos (Sevilla FC), Andrea Jiménez, Patricia Padilla, Greta Espinoza, Natalia Ramos (UDG Tenerife), Sofie Junge, Miriam Diéguez, Alba Aznar, Marta Cardona, Guehai Ida y Maribel Moya.