La tercera edición se completó con más de treinta niñas y el crecimiento del fútbol en Teruel
Vega, una enérgica pequeña de cuatro años, perseverante y risueña en sus ganas de jugar con el balón, de una gracia innata, es seguramente el mejor ejemplo del poso que efectivamente viene dejando el campus de Andrea Esteban. Cuestión de una formación honesta, de calidad y pasional por el fútbol; de trabajar por la visibilidad de este deporte practicado por niñas en Teruel; y de ofrecer aquellas oportunidades que cuando ella misma empezaba no existían, pero que hoy son una realidad consolidada.
La tercera edición del campus de Andrea Esteban de fútbol para niñas de entre 4 y 16 años se desarrolló con más de treinta futbolistas sobre el verde de la Pinada, donde juega el Atlético Teruel. Seis días de formación con un cartel técnico de alta calidad y una propuesta de actividades paralelas para conjugar bien el deporte en clave formativa con el ocio.
Junto a Andrea Esteban y el trabajo mayúsculo de Sonia Rodríguez, el área de formadoras se completó con las futbolistas María Pi, Bea Prades y Claudia, pero a lo largo de los días contaron con el refuerzo de figuras como la jugadora del Valencia Carol Ferez o la reputada preparadora física del Orlando Pride, Ivi Casagrande.
“El objetivo del campus es seguir promocionando el fútbol femenino en Teruel. Cada año hay más niñas que ven que el fútbol es su deporte y quieren practicarlo”, explica Andrea Esteban.
La foto de una de las sesiones sería fácil de encontrar en el trabajo diario de cualquier equipo. A lo largo y ancho del campo del Atlético Teruel se disponen cuatro grupos. Las porteras realizando trabajo específico con la guardameta del Valencia María Pi. Y luego tres grupos con trabajo técnico y táctico, de una formación cercana siempre, repartidos por segmentos de edad a las órdenes de Andrea, Bea y Claudia.
Y se multiplican las imágenes con las porteras trabajando a fondo entre los palos, y luego tareas de conducción, y combinaciones, y lanzamientos a portería, y la resolución, aquello que gusta tanto que no dejarían nunca de hacer, como son partidos modificados. Fútbol desde la raíz, formando, haciéndolo que germine bien, si bien estas niñas ya llegan al campus con esa pasión.
“Hace cinco o seis años éramos una o dos las que jugábamos a fútbol de Teruel y ahora en este campus tenemos más de treinta niñas, manteniendo la cifra respecto a la primera edición, que se dice pronto y creciendo. Estamos incluso igualando a los campus de niños y eso es un éxito total. Es de destacar el crecimiento del fútbol femenino en Teruel, que cada año va a más, va mostrando mayor interés,… es un éxito total. Ya no nos ponemos límites”, subraya la turolense que pone nombre a un campus de referencia y consolidado en la formación de calidad de las niñas.
Fotos: R. Cosín/Visibilitas