Subraya siempre el papel de la mujer y vela con convicción por la igualdad y por activar aquellos resortes que permitan reducir brechas en el ámbito del deporte y de la sociedad en general entre hombre y mujeres. La delegada de Deportes de la Diputación de Valencia, Isabel García, también responsable de las áreas de Igualdad y de Juventud reflexiona en una entrevista con Visibilitas, con edición en la Comunidad Valenciana, sobre el balance de un 2017 que se va y los objetivos que se persiguen para 2018.
—Desde que iniciaron la legislatura, siempre ha subrayado la línea de su área con el deporte femenino, el de base y el participativo. ¿Cómo ha sido la articulación de esas líneas marcadas?
—También llevo Igualdad y era de justicia aplicar la transversalidad por lo menos en las áreas que llevo por convencimiento propio y porque detectamos desde el primer momento que había una gran desigualdad. A medida que iba tomando contacto con las deportistas, con las diferentes disciplinas, con los clubes, las federaciones… vi que esa brecha era más importante de lo que creía en un primer momento. A raíz de ahí, hemos ido poniendo en marcha acciones positivas, encaminadas a reducir esa brecha y, sobre todo, visibilizar el trabajo que se está haciendo por parte de las mujeres en el ámbito deportivo. Esas han sido las dos prioridades y creo que vamos teniendo resultados.
—¿Qué balance hacen desde Diputación de Valencia respecto a 2017?
—Estoy satisfecha. Comentaba fechas atrás con el presidente de la federación de pilota cuando hace dos años me incorporé y dentro de la escuela de pilota sólo jugaban doscientas chicas y en estos momentos son 600; y había dos directivas y ahora creo que hay seis; y las chicas ya juegan a pilota en el trinquet de Pelayo. Tenemos el equipo ‘Champi Women Racing’, que es el único del mundo que tiene un staff absolutamente femenino y que ya han ganado títulos importantes. Ahí está el apoyo que damos a la Cuna de Campeones con becas por los niños y niñas que empiezan en el mundo del motor, con una dedicación especial a las corredoras.
—Y los resultados responden.
—Efectivamente, los resultados se ven muy pronto. Las chicas necesitan simplemente el apoyo que les faltaba para demostrar realmente de lo que son capaces. Ahí están los dos Juegos anteriores de Londres y Río y los índices medallísticos. Se demuestra que cuando se tienen las mismas herramientas a la hora de competir los resultados llegan y lo hacen muy rápido.
—No pocas veces se percibe un empujón puntual de cara a unos Juegos, pero no de forma habitual.
—Sobre todo se nota en la visibilidad. El apoyo de las instituciones creo que es continuado. En ese sentido, nosotros no nos planteamos un corte que tenga que ver con antes de competición o después de competición. Nuestro apoyo en cualquier caso es continuado y en el resto de administraciones también lo es. Lo que sí falta es el apoyo de los medios de comunicación, que tenéis un trabajo importante que hacer. Y ahí es importante la presencia y trabajo de medios como el tuyo, como Visibilitas, que se centran específicamente en el deporte femenino. Y luego los patrocinadores. Ahí sí que se nota que ponen más azúcar cuando llega el evento. Cuando debería ser un apoyo más continuado, porque es la única forma de que haya progresión y que las deportistas vean y sientan ese apoyo de forma económica y emocional de forma continuada.
—¿Qué historias guarda con especial cariño en el trayecto que viene conociendo el deporte de primera mano?
—Me viene a la cabeza una en el mundo de la pilota: recuerdo que el primer evento deportivo al que acudí como diputada fue una partida de pilota en Sueca. Se me acercó una chica que tendría 12 ó 13 años, que luego he visto compitiendo por ahí, y me decía que ella quería jugar a la pilota, pero que no podía porque donde ella vivía sólo había dos chicas a las que le gustaba, y quería jugar y no sólo al raspall, sino a más modalidades. Es una satisfacción enorme el haberlo conseguido y que cuando vas a Pelayo gente mayor te felicite. Vas un sábado por la tarde y ves jugar a chicos y a chicas y el trinquet está lleno. Es muy bonito y una satisfacción.
—¿Qué proyectos destaca de forma más significativa?
—Hay un proyecto que para mí es muy especial como es el de las escuelas del motor. Es un deporte masculinizado generalmente, que requiere una inversión grande por parte de las familias. Me llena de satisfacción que el dinero que se llevaba un sólo club lo hayamos podido repartir en dos escuelas y que esas becas estén dirigidas a niños y a niñas para que puedan empezar y progresar. Es un proyecto que desde lo conocí lo acogí como algo muy especial, lo vi como algo muy claro y hago un seguimiento muy estricto y estoy muy satisfecha.
—De finales de 2016 y en 2017 destacó especialmente los derbis de fútbol femenino de Valencia con grandes asistencias. Desde luego, ojalá se convirtiera en algo habitual ver a los equipos en los campos principales ¿Pero primero no habría que concienciar de la asistencia habitual, del crecimiento de público en cada jornada, de un seguimiento continuo y no puntual? El deporte femenino engancha.
—Sí engancha, desde luego. Recuerdo que el Levante-Valencia fue más equilibrado, pero el Valencia-Levante todavía recuerdo el primer gol. Si lo hubiera marcado, por ejemplo, Cristiano Ronaldo, hubieran estado hablando de ese gol un mes. Pero lo hizo una jugadora y ya nadie parece que se acuerde. El deporte femenino también es espectáculo. Hace falta que la gente vaya a conocer ese espectáculo, porque lo es. Da jornadas de gloria, es muy entretenido, es competitivo, es técnico, combina muchísimas cosas y es un enorme atractivo deportivo para que la gente vaya y se enganche a verlo. Es un deporte para disfrutar y que trae muchas satisfacciones y necesitamos que la gente lo valore.
—¿Qué considera necesario para que la sociedad acuda más a los recintos para seguir el deporte femenino?
—La implicación de los medios de comunicación es fundamental. También el apoyo de las empresas que con sus patrocinios pueden impulsar el deporte femenino. Ahí tenemos el caso del fútbol femenino e Iberdrola, por ejemplo. Hace falta esa implicación. Al final, es una cuestión de dinero y de visibilidad. Pero si logramos combinar el apoyo institucional y empresarial y los medios de comunicación conseguiremos reducir esa brecha de visibilidad, se lograra que vaya más gente a los campos, pistas, estadios… porque ellas están ahí competiendo en peores condiciones y haciéndolo a unos niveles excelentes. En muchos casos, por encima de los resultados que dan los chicos. Hace falta que unifiquemos los criterios, que las apoyemos, que trabajemos conjuntamente todas las partes implicadas.
El deporte femenino también es espectáculo. Hace falta que la gente vaya a conocer ese espectáculo
—¿Qué proyectos tiene la Diputación de Valencia en lo que nos ocupa para 2018?
—Vamos a continuar en la misma línea. Sobre todo, mejoraremos las ayudas que reciban los clubes que tienen equipo femenino. Haremos la segunda jornada sobre deporte femenino, donde hablaremos del deporte desde la perspectiva de género. Y, luego, vamos a iniciar un proyecto muy bonito que tiene su experiencia en la Diputación de Barcelona con unos resultados muy buenos y que hemos querido poner en marcha aquí: trabajar en el deporte base con los equipos técnicos y las madres y los padres los conceptos de igualdad, diversidad y perspectiva de género en el deporte. Creemos que es la mejor forma de reducir esa brecha de la que hablamos. Que desde pequeños sepan que todos pueden competir de la misma forma.
—¿Cuál es la principal clave de este mensaje?
—Debemos ser capaces de transmitir a las niñas que son capaces de competir exactamente igual que los chicos, que cuando llegas a la adolescencia no tienes que autoexigirte tener una carrera profesional, tener una pareja y dejar el deporte a un lado. Que sepan que hay una corresponsabilidad. Y si los medios, las universidades, las empresas se implican seremos capaces de que se incorporen más mujeres al mundo profesional y que cuando acaben las carreras profesionales sigan formando parte de los estamentos del deporte.
—Al respecto, se habla especialmente del asunto de los cupos y las capacidades del individuo.
—La ley de igualdad dice que haya un cupo, 60% hombres-40% mujeres, precisamente para obligar a las federaciones a que incorporen a las mujeres a sus equipos directivos, porque si no las incorporarían nunca o casi nunca. La ley obliga a esto hasta que haya una mentalización y una concienciación por parte de la sociedad en general; la menos cumplir los cupos, que no se cumplen. Y las instituciones ahí tenemos mucho que decir: pongamos que me vienes a pedir una subvención como federación, pero habrá que pedir que se cumpla con la ley de igualdad ¿tienes plan de igualdad, un plan de desarrollo para el deporte femenino,…?
Hace falta que unifiquemos los criterios, que las apoyemos, que trabajemos conjuntamente todas las partes implicadas
—¿Qué escenario realista y a corto plazo imagina?
—Me gustaría ver que las selecciones de fútbol de la Comunidad Valencia estuvieran entrenadas por chicas, que las hay muy buenas, y se tienen que ir a entrenar fuera de España, porque aquí no les damos cancha. Me gustaría no tener que pelearme con las federaciones para que incorporen a las mujeres a los equipos directivos. Sé que hay una parte que también depende de las mismas deportistas, que han de creérselo y han de querer incorporarse, porque al final eso implica ceder tiempo tuyo para una causa común. Sobre todo, me gustaría seguir creciendo; que la representatividad del mundo femenino en el deporte siga creciendo no sólo en presencia, sino también en resultados, porque al final los resultados callan bocas y abren puertas. Estoy satisfecha, porque veo que con poco las mujeres somos capaces de obtener mucho. Imagina lo que seríamos capaces de hacer teniendo lo mismo que tienen los hombres. Mi sueño para 2018 es lograr esa igualdad en todos los sentidos.
—A finales de noviembre apoyaron el BBVA Open Ciudad de Valencia de tenis femenino, en marzo estará la Copa de la Reina de hockey hierba,… hay antecedentes ya de eventos en la región…
—Hemos conseguido trasladar al resto de España e incluso de forma internacional que Valencia es una región con garantía de éxito a la hora de organizar eventos de cualquier tipo y que además se puede hacer de forma sostenible. Esa parte está más que demostrada. Es verdad que muchos de esos torneos que estamos organizando aquí son femeninos, con lo que es una satisfacción ver que aprecian el apoyo institucional desde la Diputación de Valencia al deporte femenino y nos toman como referente. Y luego la importancia de todo esto es la vertebración del territorio, la parte turística, el que tomen incluso a Valencia como lugar para entrenar y que vengan con sus familias…
—El último evento fue el torneo de tenis femenino en el Club de Tenis Valencia.
—La verdad que fue muy satisfactorio el Open de tenis. El tiempo ayudó afortunadamente, por tanto pudimos ver un torneo muy bonito, de mucha calidad, la final fue espectacular, la organización fue excelente, y felicitarnos porque la directora es una mujer como Anabel Medina, además capitana de la Copa Federación.