JUEGOS OLÍMPICOS DE TOKIO 2020 | ATLETISMO
Eusebio Cáceres es un excelente saltador. No es ningún secreto. Tampoco lo es que el alicantino es un muy buen tipo; de los atletas más queridos. Trabajador incansable. Muy cabezón como él mismo reconoce. Un competidor veraz, al que solo las lesiones le han cortado opciones en su trayectoria, que es notabilísima en todo caso.
El saltador de Onil construyó salto tras salto un gran concurso en la final de longitud de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Rozó el bronce. De hecho, estuvo por dos veces de las seis series de intentos en el podio. Lo tuvo con un 8,09 en el segundo salto. Y lo recuperó en el quinto con un 8,18. Enorme el alicantino. La última serie le dejó rozando esos cajones olímpicos. Saltó primero el campeón de Europa. Tentoglou iba por detrás, pero voló mayúsculo hasta los 6,41 para ponerse primero para agarra el oro, pero desplazando un lugar al alicantino. Los cubanos Echevarria (8,41) y Masso (8,21) fueron segundo y tercero, respectivamente. Eusebio fue cuarto y se adjudicó un diploma olímpico.
La jornada matutina en el estadio olímpico también dejó otras buenas noticias en las series clasificatorias para el atletismo español. Marta Pérez se clasificó para las semifinales del 1.500 tras lograr su mejor marca personal, 4:04,76 minutos, sin embargo Esther Guerrero fue octava en su eliminatoria con un cronómetro de 4:07.08 y no pudo meterse en la penúltima ronda.
Por su parte, la sprinter Jael Bestue batió su mejor marca de 200 metros al parar el cronómetro en 23,19 segundos, un tiempo que, no obstante, no le valió para meterse en semifinales. Javier Cienfuegos sí logró acceder a la final de lanzamiento de martillo con una marca de 76,91 metros.
Foto: COE