La halterófila leonesa ya tiene en sus manos la medalla olímpica que debió tener hace casi diez años
Por fin la tiene en su poder. Ya es poseedora del metal olímpico que las tramposas, quienes recurrieron al embuste y a las sustancias prohibidas, le arrebataron. Lydia Valentín, radiante, recibió la medalla de plata de halterofilia (en -75 kilos) de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 este martes en la sede del Comité Olímpico Español (COE). Y no será el último acto en este sentido y por las mismas circunstancias, pues aún debe recibir el oro de los Juegos de Londres 2012.
La halterófila leonesa, referencia mundial de su deporte, campeona del Mundo en California a principios de diciembre de 2017, recogió la presea en la casa del deporte olímpico español, rodeada de las instituciones, pero, ante todo, de su familia y amigas y compañeras de deporte como Estefanía Juan, Alba Sánchez, Atenery Hernández o Irene Martínez, entre otras. Ese calor lo tuvo; no se lo quitó nadie. El no estar en el podio de Pekín dolió, también la ausencia en el Londres sabiendo que debía estar ahí arriba. Sí lo hizo en el cajón de bronce de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
«Estoy muy contenta, feliz. Por fin tengo la medalla de Pekín, nueva. Ha sido un acto bonito y muy especial para mí. Ahora a juntarla con la de Río y a esperar que se me entregue la de Londres. Vamos cerrando capítulos, que ya tenía ganas», expresó emocionada Lydia Valentín tras recibir la plata de Pekín de manos de Marisol Casado, miembro del Comité Olímpico Internacional.
Un acto en el que estuvieron presentes el presidente del COE, Alejandro Blanco; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; el secretario de Estado para el Deporte, José Ramón Lete; los miembros españoles del COI, José Perurena y la propia Casado; el vicepresidente de la Federación Internacional de Halterofilia, José Quiñones; o el presidente de la española, Constantino Iglesias.
«Me siento subcampeona en Pekín y campeona en Londres»
Lydia Valentín fue quinta en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 en la categoría de -75 kilos de la final de halterofilia femenina. Sin embargo, y después de las investigaciones realizadas por las herramientas mundiales antidopaje, hasta tres de las levantadoras que quedaron ‘por delante’ de la berciana fueron sancionadas por sus trampas y el consumo de sustancias prohibidas —la campeona, la china Cao Lei; la entonces medallista de bronce, la rusa Nadezhda Evstyukhina; y la cuarta clasificada, la bielorrusa Iryna Kulesha—. El proceso, largo, por fin ha llevado la justicia deportiva a las manos de Lydia Valentín, que recibe casi diez años después aquella plata que se ganó limpiamente.
Ante la posibilidad de recibir este mismo año el oro de Londres, la leonesa explicó que «creo que no hubiera sido lo mismo in situ —subir al podio a por la plata en Pekín— y cuando llegas a tu país con una medalla que sin ella. Hice la preparación de cuatro años en un deporte minoritario sin ayudas, de una manera diferente que si la hubiese tenido». Pero en todo caso subrayó que «me siento subcampeona en Pekín y campeona en Londres. Quiero lo mismo, nada más, que es lo único que se me puede dar ahora. Para mí lo más importante es el sentimiento, que la gente se emocionara conmigo y que hice un trabajo espectacular, pero eso lo he perdido».
Foto: COE
Lidia Valentín conquista una histórica medalla de oro mundial