La piloto de las W Series relata su última temporada y reflexiona sobre los problemas de ansiedad que le obligaron a tomar una determinación
AUTOMOVILISMO
«Mi principal objetivo es estar bien conmigo misma». Habría quien diría de esta afirmación que es una cuestión obvia. Pero por meridiana o clara que sea no se puede huir de esa realidad que hace que a uno se le escurra entre las manos el pensarse propiamente sin caer en la cuenta -porque es ‘lo normal’ en la sociedad moderna- que el relato, la narración individual es algo sobre lo que ya habrá tiempo o para lo que no queda tiempo por la vorágine socio-laboral o por las exigencias y autoexigencias o los perfeccionismos. La mancha de la huella de la extra competitividad es excesivamente alargada en muchos, si no todos, los ámbitos. En efecto, la piloto de automovilismo Marta García (Denia, 2000), que eleva esa afirmación en una conversación con Visibilitas.com, precisa un tiempo para dedicarse desde el perfil de la salud mental a sí misma. Parar. Coger aire. Recolocarse. Situarse. Encontrarse. Y regresar cuando la realidad más personal le diga que puede o debe hacerlo.
La piloto afincada en Gandia pasó una jornada con los medios de comunicación, organizada por la Fórmula de Campeones del Circuit de la Comunitat Valenciana en las instalaciones de El Garaje Foddie, tras concluir el campeonato de las W Series. La última carrera fue en Austin y allí decidió parar, que era suficiente, que necesitaba frenar en seco y buscarse para, efectivamente, «estar bien conmigo misma».
La última campaña, la de 2021, ya estaba marcada en el mundo por la pandemia global de la Covid-19. Algo que afectaba al mundo del deporte teniendo que adaptarse a las circunstancias obligadas, como sucedía (y sucede) en todos los sectores y ámbitos de la vida: «La temporada ha sido muy rara por el tema de la pandemia respecto a lo que fue 2019. En las carreras teníamos que ir con la mascarilla, teníamos que estar separadas, no podíamos estar en el hospitality de la W Series tampoco porque era zona roja y las pilotos teníamos que estar en zona verde».
Sin embargo, en el caso de Marta se sumó un lastre que fue trufándose a lo largo del año arrastrándola hacia capítulos de ansiedad. Marta García subraya sin maquillar lo más mínimo que el balance de la temporada en sí «es que ha ido mal, no ha sido una buena campaña, los resultados no han estado ahí. Y mentalmente tampoco he estado muy bien. Ya desde las primeras carreras no me encontraba muy bien psicológicamente pero iba motivada porque los test de Anglesey (Gales) habían ido bastante bien. Hubo un poco de mala suerte al principio y malos resultados y centrándome únicamente en los resultados me fui metiendo presión, porque de cara al campeonato me veía mal, me veía que estaba casi la última, sin puntos».
La piloto, cercana como siempre, reflexiva, ahonda en el aspecto de los problemas desde el punto de vista psicológico que le fueron mermando: «Ha sido un año complicado en el que cada vez iba arrastrando un poco más síntomas de la ansiedad que llevaba teniendo desde el año pasado; me salió no sé por qué. Y yo lo he aumentado metiéndome más presión a mí misma. Soy muy autoexigente, muy perfeccionista, muy competitiva y eso al final puede llevar a que una persona que tiene estas características se proyecte una ansiedad respecto a otra que quizás se toma las cosas con más calma y no sea tan perfeccionista».
Marta, en todo caso, tiene claramente identificado el problema respecto la campaña automovilística ya finalizada: «Además del aspecto psicológico que hemos hablado, de esa ansiedad, hay un problema y es que mi conducción, en 2019 se adaptó bien al coche, pero este año por ‘x’ razones mi conducción es de un tipo y conforme la estaba haciendo no estaba ayudando conforme este coche se comporta, porque es un coche muy duro, y había que conducirlo de distinta forma a cómo lo harías con, por ejemplo, un Fiat F-3. Eso no me ha estado ayudando y es algo que me ha costado adaptar. Al final, hemos tenido solo media hora de ‘free practice’ en cada fin de semana y sí que es verdad que donde más ‘free practice’ fue en Austin y es donde mejor he podido progresar. PMe cuesta adaptar este estilo porque lo tengo desde hace años».
¿Qué es lo primero para Marta ahora? «Primero, mi principal objetivo es estar bien conmigo misma». En sus planes está trabajar con un psicólogo. Y reconoce que una ventana para explicar su situación ya sobrevino de la confesión de la estrella de la gimnasia Simon Biles durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se sintió identificada. Y un problema que habitualmente se esconde o del que se prefiere no hablar, a través de la aportación de Biles le permitió dar ese paso adelante y llegar a exponerlo.
Y desde lo puramente deportivo argumenta que quiere centrarse en «trabajar aquello que me falta. Obviamente es complicado si no se pueden hacer test, pero intentaremos buscar algo para hacer algunos test. También veremos qué pasa porque no sé si correré las W Series o no porque no estoy entre las ocho primeras. Veremos si hay alguna selección o algo. Y si corremos veremos si lo hacemos con las Hankook o las Pirelli, porque es una posibilidad existente y creo que cambiaría bastante. Y lógicamente trabajar en el simulador una serie de cosas que quiero trabajar en torno a mi conducción y luego si se me da la oportunidad de hacer un día de test en pista hacerlo en pista».
A Marta García la conocí en 2013. Entonces, ella tenía 12 años. Tímida en una conversación pero de una fiereza y competitividad brutal pilotando su kart. Fue un reportaje para un serial de retratos en ABC (Inocencia sobre cuatro ruedas) y aquel primer contacto y conversación fue en el circuito de karting Nabella (Pinedo, Valencia). Acudió con su fan número uno, su hermana Esther, su padre y su mecánico. Entonces, piloto de KF3, soñaba con correr en Fórmula 1 y ganar un Mundial, reconocía lo muchísimo que le gustaba la velocidad y lo mayúsculamente competitiva que era. Por entonces quería estudiar Ingeniería Aerodinámica. El caso es que Marta progresó en el mundo del automovilismo. Creció. Y es una figura reconocida. Y ha disputados dos temporadas del campeonato de las W Series. Y estudia Publicidad y Relaciones Públicas. Y seguro que una parada en ‘boxes’ disfrutando en Gandia de su familia y compañeros de la universidad y amigas o amigos de siempre será una buena parte del proceso para «estar bien conmigo misma».
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