La gimnasta valenciana, pleno de oros en el campeonato de España de rítmica en Primera categoría, repasa sus sensaciones y su recorrido
Brilla sobre un tapiz, deslizándose elegante, expresiva, con una sonrisa sobria y mesurada y valiente desde tierna edad. Parece que el resonar del pleno de oros en el reciente campeonato de España de gimnasia rítmica destapa de repente la figura de Natalia Mora Gimeno (Villamarchante, Ribarroja, 11/12/1996). Exultante conquistó la corona nacional, dominando en todo, en Primera categoría sénior. Para quien conoce su trayectoria (retrato de 2013), la rotundidad de la gimnasta en la Fuente de San Luis fue un seguir mostrando lo que lleva años haciendo, recorrido en el que los podios no son ningún secreto ni excepción; todo lo contrario. La valenciana repasa en una entrevista para Visibilitas el mayúsculo logro que firmó en el torneo nacional.
La gimnasta recuerda cómo fue la secuencia del campeonato de España: «El programa completo lo dividieron en dos entre el viernes y el sábado. Se sumó la nota de los cuatro aparatos divididos en esos días y de ahí salía la campeona de España en la clasificación general. El primer día acabé primera y el segundo conseguí mantenerme en esa posición y en la suma quedé primera. Y el domingo se hicieron las finales por aparatos, que éramos las ocho mejores de cada aparato las que pasábamos a al final. Volvimos a competir como de cero y gané de nuevo en los cuatro aparatos el oro».
«Estoy súper contenta. El año pasado también quedé campeona de España, pero luego en las finales se me resistieron y no me dieron ningún oro. Quedé creo que segunda en tres aparatos y en aro cuarta. Este año ha sido pleno (sonríe tímidamente)», cuenta Natalia Mora.
¿Con qué momento se queda de su brillante torneo? «La verdad es que competí bastante bien. Fui bastante regular. Y a pesar de estar lesionada lo saqué bastante bien. El segundo día que hice la cinta sí que tuve bastantes imprecisiones, porque había bastante humedad y la cinta se enredaba mucho. Sí me quedaría con un ejercicio en la final con las mazas, que creo que fue el mejor que hice en la competición, le saqué dos puntos a la segunda y me quedaría con ese».

La gimnasta, que cumplirá 21 años en diciembre, tiene un recorrido con cuajo en su disciplina. Muchas horas de entrenamiento desde los tres años y repeticiones infinitas junto a su entrenadora Amparo Gómez, con la que se prepara desde los siete. Y la lectura de ese pleno de oro echando la vista atrás la subraya: «Esas medallas son fruto de todo el trabajo, del sacrificio, del no poder hacer otras cosas y tener que estar entrenando… de trabajo, de constancia,… Aunque también están factores como el día en sí, que te salga un buen día para competir y un poco de suerte. Además, se sumó que fue en casa, que estaba mi familia, mis amigos, mi novio,… y eso ayuda».
Natalia Mora compite en Primera sénior individual. En Honor, ganó Polina Berezina. ¿Qué parámetros se consideran para estar en una u otra categoría? Quienes están en la selección española se encuadran en el cuadro Honor. Aquellas gimnastas que ascienden ganándose la plaza al quedar en podio en sénior o junior o formaron parte del combinado nacional en el conjunto y participaron en torneos internacionales o están en seguimiento quedan encuadradas en Primera.
La valenciana tiene 20 años y en su deporte ya es veterana: «Estar en la selección depende de ellos. Pero a mí ya me pilla mayor. Normalmente, miran para nenas más pequeñas, de unos 15-16 para que tengan trayectoria». Su trayectoria le avala en todo caso con años de recorrido, con triunfos y un vivir continuamente en los podios.
Natalia compagina sus estudios con sus entrenamientos y la formación de niñas en la gimnasia
El impulso del conjunto nacional con Alejandra Quereda, Elena López, Lourdes Mohedano, Sandra Aguilar y Artemi Gavezou con la plata olímpica en Río o el diploma de Carolina Rodriguez en los mismos Juegos ha proyectado más seguimiento o visibilidad respecto a la gimnasia. Focalizado en ellas, es reconocible algo más de presencia en medios respecto a años anteriores. Y cierto que las redes sociales sirven de plataforma para la gimnasia, que en diversas ocasiones ha demostrado la afición que existe detrás, además de unas considerables cifras respecto a las licencias.
Pero no todo queda al brillo olímpico. Cuenta Natalia Mora el último obstáculo que tuvieron que sortear: «En el pabellón de Ribarroja en el que entrenábamos nos han puesto un rocódromo dentro y nos han quitado de ahí. Desde unas tres semanas antes del campeonato de España no nos dejaron ya entrenar allí porque empezaban las obras. Estamos en esta otra instalación del pueblo, pero obviamente hay que compartir con más escuelas y más niñas de competición y es mucho más difícil preparar, por ejemplo, un campeonato de España. Se nos queda muy corto con esta circunstancia».
Como llevan tiempo haciendo el caso es seguir adelante. Y Natalia aún quiere seguir con su recorrido: «Tengo pensado seguir entrenando. En septiembre-octubre tenemos el Circuito Iberdrola, que hicimos la primera fase en mayo y nos clasificamos, y ahora tenemos la segunda fase. Si pasamos, iremos a la final. Ahora tenemos que montar el conjunto de Primera para el campeonato de España de diciembre. En todo caso, mientras me lo permitan las lesiones, tengo pensado seguir».

La gimnasia rítmica es un deporte que arrastra un desgaste importante. Muy sufrido. De mucha exigencia. Y las lesiones acuden. En el campeonato de España individual de Valencia ya cayó la favorita a la categoría de Honor, Natalia García. Y la propia Natalia Mora estuvo aquejada poco tiempo antes. «Hace tres semanas no podía ni moverme. Tengo un problema en la espalda, tuve espondilolisis, un problema en las vértebras, y estuve mala hace unos años. Y hace como unas tres o cuatro semanas me volvió el dolor otra vez. No podía moverme, tuve que ir al médico, hacerme resonancias, y gracias a los fisios y a un médico pude competir. En la competición previa al campeonato de España no pude salir por la lesión. Me producía mucho dolor y tenía limitaciones al moverme hacia los lados. Tengo escoliosis. Al final , se junta todo, el sobresfuerzo para preparar un campeonato y el recorrido que genera lesiones y acabó saliendo», cuenta.
La gimnasta valenciana desarrolla su formación académica en la carrera de la Actividad Física y el Deporte. Y eso lo compagina con sus propios entrenamientos y el ir trasladando a las más jóvenes lo que ha aprendido junto a sus entrenadoras. «Me encanta trabajar con las nenas», asegura. Mora subraya el nivel que hay en España y que hay niñas con muchas condiciones para mantener el alto nivel, con clubes que trabajan muy bien con esas gimnastas nacientes.
El ciclo olímpico hacia Tokio 2020 esta activado. Retirada Carolina Rodríguez, que logró en su adiós el diploma olímpico en Río, Mora considera que en categoría individual la continuidad está en la figura de Natalia García: «Es la que ha estado pisando los talones estos años a Carolina. No estuvo en Valencia por lesión. Polina demostró que está a un gran nivel como también Sara Llana. Pero Natalia llevaba ya seis años siendo subcampeona a la sombra de Carolina».

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