España completa un gran torneo en Río con un segundo puesto pese perder en la final ante la todopoderosa Estados Unidos (101-72)
Un brindis al baloncesto femenino español. Un celebrar el éxito y dedicar el logro olímpico cosechado a quienes les precedieron. Un escribir sobre la pista un torneo brillante, sin reproches, con las emociones despertadas con cada acción de cada encuentro en el que España nunca dio por perdido un balón. Un grupo de amigas dedicadas a lo baloncestístico que ha hecho historia, que, de hecho, ha escrito el capítulo más importante hasta la fecha para ese baloncesto femenino nacional con la plata olímpica.
Con lo que único que poco o nada se puedo hacer fue frente al dominio tiránico del basket de Estados Unidos. Ante esa selección ni España, ni otros combinados pudieron hacer nada. El salto todavía es demasiado grande. Y aún con esas, el equipo de Lucas Mondelo, este sábado en la final en los Juegos Olímpicos de Río, plantó cara en el primer cuarto y procuró vaciarse a lo largo de un partido que acabó vistiendo con la esperada plata a las españolas (101-72). En efecto, teniendo en cuenta el rival, una de esas medallas plateadas, pero que saben a oro.
Ya fue histórica la clasificación para las semifinales del torneo. España, aún con espléndidas generaciones de baloncestistas, laureadas en Mundiales y Euroepos, nunca había alcanzado unas semifinales olímpicas. Obviamente, nunca había estado en una final. La generación que la disputado, con oros, platas y bronces en su hoja de servicios, por fin logró una y otra cosa, cerrando el concurso en Río con un subcampeonato olímpico.
Laia Palau, Silvia Domínguez, Alba Torrens, Anna Cruz, Marta Xargay, Laura Nicholls, Astou Ndour, Laura Gil, Lucila Pascua, Leticia Romero, Leonor Rodríguez y Laura Quevedo, y el cuerpo técnico encabezado por Lucas Mondelo construyeron la historia del éxito olímpico desde que todo empezó ante Serbia en el debú. Nadie pudo con las doce guerreras españolas, salvo Estados Unidos. Forman el grupo que ha hecho ese brindis en copas de plata por el baloncesto femenino español.
«Necesitamos que este éxito cale y perdure en la sociedad para que estas jugadoras sean noticia no sólo durante estos días. Las niñas de este país merecen unos referentes a los que mirar y admirar. Y estas doce guerreras son el mejor ejemplo. […] Ojalá que un día las niñas digan que sus ídolos, a quienes quieren parecerse, son Xargay, Torrens, Domínguez, Palau, Cruz, Nicholls, Pascua, Gil, Ndour… Y tantas, tantas que están por venir», escribió en un artículo de opinión para este portal Marina Ferragut, excusadora de la selección española (253 internacionalidades).
España, como siempre, salió a competir a la final. A vaciarse. A dar lo mejor. A desplegar todo el juego posible para intentar doblegar a una potentísima selección, la mejor del mundo con diferencia, como Estados Unidos. Whalen, Augustus, Bird, Moore, McCoughtry, Stewart, Catchings, Taurasi, Delle Donne, Fowles, Charles y Griner. Una selección de ensueño. Y España le plantó cara en el primer cuarto (21-17). Con un excelente trabajo de Laura Nicholls y de Astou Ndour y apoyadas en Alba Torrens, el combinado nacional llegó incluso a ir por delante en el marcador. Pero entre Whalen y McCoughtry definieron ese primer parcial para las norteamericanas.
El primer aceleren de Estados Unidos en el comienzo del segundo cuarto lo sofocaron entre Xargay, Torrens y Nador. Sin embargo, que la propia Ndour y Nicholls se cargaran con tres faltas, perdiendo fortaleza interior, antes del descanso rompió los esquemas de España y entonces las norteamericanas arrearon con potencia física y con ese baloncesto eléctrico y voraz. Taurasi desde el lanzamiento y Maya Moore en la demolición acomodaron el marcador hasta el 49-32 con el que se llevó al paso por vestuarios.
Lo que vino luego fue un ejercicio de aceleración continuada de Estados Unidos, que había preparado una selección para que innegociablemente el oro fuera a su país. La brecha en el marcador se fue ampliando hacia rentas primero de veinte y luego de hasta treinta puntos. España compitió y mantuvo el orgullo y sacó acciones de talento impecables, pero insuficientes para replicar a su oponente. Nota espectacular fue la que puso Silvia Domínguez con un lanzamiento prácticamente desde medio campo que entró sobre la bocina. Ésta se dirigió al banquillo concentrada, mientras sus compañeras se lanzaban miradas cómplices elevando el triple de Silvia (81-49). El último cuarto fue una transición hasta que el partido se consumase y con ello el triunfo estadounidense (101-72) que se sabía de oro y la celebración de la plata de España, que hizo historia olímpica.
Ficha técnica:
Estados Unidos (21+28+32+20): Sue Bird (3), Maya Moore (14), Diana Taurasi (17), Tina Charles (8) y Brittney Griner (4) —cinco inicial—; Seimone Augustus (6), Lindsay Whalen (17), Angel McCoughtry (8), Elena Delle Donne (10), Sylvia Fowles (3), Breanna Stewart (11) y Tamika Catchings.
España (17+15+17+23): Laia Palau (7), Anna Cruz (9), Alba Torrens (18), Laura Nicholls (4) y Astou Ndour (11) —cinco inicial—, Silvia Domínguez (11), Marta Xargay (12), Laura Gil, Leticia Romero, Leonor Rodríguez y Lucila Pascua.
Árbitros: Eddie Viator (Francia), Intae Hwang (Corea del Sur) y Piotr Pastusiak (Polonia). Sin eliminadas.
Incidencias: Final del torneo olímpico femenino de baloncesto de Río, disputado en la Arena Carioca 1 ante 9.586 espectadores.
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